La representación ayer en Can Ventosa de «Las mariposas son libres», de Leonard Gherse, demostró que no hay día malo si el personal tiene interés por algún espectáculo. Así, pese a ser lunes, el auditorio del centro cultural ibicenco se llenó para aplaudir esta comedia romántica dirigida por Ramón Ballestero e interpretada por Serafín Zubiri, Lucía Jiménez, Amparo Soler-Leal y Mariano Rochman.

La versión que se vio ayer en Eivissa es una actualización que el propio Ballesteros ha realizado de la que José Luis Alonso presentó con éxito en 1970, un año después de ser estrenada en Nueva York, en los escenarios españoles. «Las mariposas son libres» cuenta la historia de Àlex, un invidente que quiere ser cantante, conoce a Raquel, una joven que vive en Madrid esperando su oportunidad para convertirse en actriz. Ambos se enamoran y aprende el uno del otro a vivir la vida.

Esta es la primera vez que un invidente interpreta a Àlex. «Me siento totalmente identificado con el personaje», afirmó Zubirí en su presentación de la obra el pasado fin de semana en Palma. Para el actor y cantante, Àlex es «un chico que debe aprender a vivir con su teórico problema» y que, además, «vive superprotegido por su madre». Un día, el chico decide dejar el hogar materno e independizarse. «Se trata de una mujer aburguesada que cree que su hijo la necesita de una manera imperiosa», afirmó Amparo Soler-Leal, Marte, la madre de Zubiri en la ficción. En medio se sitúa Héctor, Mariano Rochman, «un director de teatro excéntrico, demagogo y aportunista», en sus palabras. Y Raquel, Lucía Jiménez, «una niña mujer llena de vitalidad y con las ideas claras, hasta que conoce a Àlex», que le hace descubrir «que ella es la ciega».