EFE - CANNES (FRANCIA)
La película estadounidense «Elephant», del director Gus Van Sant, consiguió ayer la Palma de Oro de la 56 edición del Festival de Cannes en su jornada de clausura. Gus Van Sant recibió también el galardón como mejor director por este trabajo.

«Durante años, he tratado de llevar una de mis películas al Festival de Cannes y esta vez estoy orgulloso de recibir este premio», señaló Van Sant al recoger el galardón momentos después de que hubiera pronunciado su nombre el presidente del jurado, Patrice Chereau.

«Elephant» es un drama sobre la violencia en los centros escolares estadounidenses cuyo título procede de una antigua parábola budista. El realizador estadounidense eligió este título, según había explicado, para mostrar que el problema del origen de la violencia en los institutos es algo difícil de identificar y que depende del punto de vista que se utilice.

La comparación con «Bowling for Columbine» es inevitable, pese a que la película de Moore es un documental y la de Van Sant una ficción. Moore analizaba con su humor vitriólico la sociedad norteamericana y la comparaba con otras para buscar explicaciones sociales a la violencia irracional y a la locura asesina. Van Sant no ahonda en el marco social, pero tampoco busca descubrir las razones psicológicas que pueden desembocar en que un adolescente aparentemente como los demás se convierta un día en asesino.

Por su parte, los turcos Muzaffer Ozdemir y Mehmet Emin Toprak, el último de ellos recientemente fallecido en un accidente de tráfico, obtuvieron ex aequo el galardón al mejor actor en la 56 edición del Festival de cine de Cannes. Los dos eran los principales personajes de la película «Uzak», del director Nuri Bilge Ceylan, que se llevó el Gran Premio del Jurado.

«Uzak» narra la historia de un fotógrafo que, mientras pasa por un período abrumado por el sentimiento de vacío, debe alojar en su casa a un primo que llega a la capital desde un pueblo en busca de trabajo. Se trata de la primera vez en 20 años, después de que Ylmaz Guney recibiera la Palma de Oro por «Yol», en que consigue un lugar en el palmarés de Cannes una película turca, la única de esta nacionalidad en competición en esta edición.

En cuanto a la mejor actriz del festival el galardón ha recaído en la canadiense Marie-Josée Croze por su actuación en «Les invasions barbares», del director Denys Arcand.

Otros premios fueron: Mejor guión a Denys Arcand (Canadá); Premio del Jurado para «A las cinco de la tarde», de Samira Majbalbaf (Irán); Palma de Oro del Cortometraje para «Cracker bag», de Glendyn Ivin (Australia); Premio del Jurado del cortometraje para «El hombre sin cabeza», del franco-argentino Juan Solanas (Francia); y la Cámara de Oro para «Reconstruction» de Christopher Boe (Dinamarca).

Clausura
El Festival de Cannes se clausuró mientras la crítica califica esta edición como una de las más oscuras selecciones de filmes de su historia, sin llegar a ponerse de acuerdo sobre si hubo mucha o poca presencia estadounidense y si esta 56 edición tuvo el «glamour» y el encanto suficiente. Casi todo el mundo coincide en subrayar, eso sí, la inmensa desolación que traslada al público buena parte de las películas proyectadas en la Selección oficial, uno de los mejores festivales del planeta y modelo de la máxima aspiración de un programador.