Paco Chika muestra cuatro de los cuadros que expone en K5, estos son ejemplos del trabajo relacionado con la publicidad. Fotos: VICENÇ FENOLLOSA

NATALIA CÀRDENAS
Las noches del verano ibicenco ofrecen una amplia propuesta para el entretenimiento personal. No solo la fiesta y las discotecas están de moda, ahora el arte está a la orden del día y nada mejor que tomar una copa en un tranquilo bar como el K5 para poder disfrutar de la novedosa exposición de los cuadros de Paco Chika. Este pintor es la primera vez que muestra sus cuadros en Eivissa, pero asegura que esta isla es como una espina que tiene clavada en su corazón y aspira a vivir aquí en un futuro.

Estos 40 cuadros encajan perfectamente con el ambiente nocturno porque son obras desenfadadas, originales y llamativas por sus vivos colores. Paco Chika vive de su arte, sus acrílicos están a la venta desde precios muy variados, (uno de sus cuadros más baratos se puede adquirir por 900 euros). El más caro, pero también el más ambicioso, es una serie de cuadros que reflejan el Apocalipsis inspirado en el Guernica de Picasso, el precio es de 10.000 euros. Pero el trabajo de Chika no es sólo para colgar en la pared de una casa o un despacho sino que son todo un cúmulo de imaginativos productos publicitarios donde se mezcla el cine, la música, productos de consumo cotidiano, entre otras cosas.

«Mi pintura es muy pop con influencias del cómic, parte de mis cuadros hacen alusión a la publicidad. Otra parte de mi colección es más seria, más surrealista que me inspira Dalí, el gran genio de la pintura. En mis pinturas se ve este ramalazo surrealista pero que intenta desvincularse del típico arte pop americano de Warhol que es muy plastificado. Creo que en España tenemos una tradición pictórica que no hay en USA. Mi pintura es más como el cocido español, que tiene más sustancia no como las hamburguesas que no tienen apenas carne», comenta el artista. Paco Chika dedica mucho tiempo a la composición de sus cuadros, afirma que aunque pueda pintar un lienzo en un sólo día el trabajo que ha realizado anteriormente le ha llevado mucho tiempo. «Yo siempre he dicho que los cuadros son como los hijos, que no te pertenecen, tu los pares, los crías, los educas y el día de mañana se los llevará alguien. El cuadro es igual lo pintas y tarde o temprano se lo quedará alguien», dijo este artista que invita al público ibicenco a conocer su arte, su trabajo y su medio de vida.