Los muchos amigos que Ana Duato tiene en la isla están encantados de verla trabajar como Mercedes Alcántara en el capítulo ibicenco de la serie de TVE «Cuéntame cómo pasó», que se rueda estos días en varios lugares de Eivissa. -¿Qué sentimiento le produce volver a la isla bajo este personaje?

-Es una sensación muy rara y divertida, porque siempre que vas a una ciudad pones el piñón fijo y a trabajar. Ni siquiera haces turismo. Pero aquí es que estoy también en mi casa, es un sitio en el que conozco a mucha gente y el espacio me resulta muy familiar, pero no trabajando. Es muy curioso.

-¿Escandaliza la isla a tu Mercedes?
-Mucho. La Eivissa de los 70 le pilla muy lejos. Está más próxima al mundo de los payeses que a todos estos peluts. Claro que me escandaliza el lugar al que se ha venido a vivir mi hija Inés; por eso mi relación con la isla es un poco tensa.

-¿Cuál es el secreto del éxito de esta serie?
-Creo que el haber llegado a todos los públicos; porque abarcamos desde el señor y la señora mayor que se sienten identificados con unos personajes que han vivido, a toda una generación posterior de hijos, identificados con otros personajes, y, fundamentalmente, los niños, que sienten muchísima curiosidad por esa España en la que vivían sus padres y les parece lejanísima, a pesar de que sólo han pasado 30 años.

-¿No puede resultar peligrosa, por mitificar el pasado, esa nostalgia?

-Cada uno hace la valoración que más le cuadra y puede sentirse identificado con unos personajes o con otros. Hay gente que lo pasó muy mal en aquella época, la vivió como un tiempo muy duro que le costó superar. Al margen de esto, la ambientación y la música tiene un encanto especial para mucha gente.

-¿No van a traer a la abuela a la isla?
-No, se escandalizaría mucho más que Mercedes. -¿Viene Ana Duato a menudo a Eivissa?

-Sí, vengo mucho; es mi sitio de escape favorito, una isla maravillosa.