El grupo que formaba la expedición posó antes de salir en la plaza de la Constitución de Sant Francesc. Foto: GUILLERMO ROMANI

La Obra Cultural Balear de Formentera recuperó ayer una tradición que en la última década se había ido perdiendo como es la de realizar caminatas populares en las que se recorren o visitan los lugares que aún se conservan directamente relacionados con la repoblación de la isla a finales del siglo XVII. Entre cuarenta y cincuenta personas se congregaron ayer en la Plaza de la Constitución de Sant Francesc Xavier con sus mochilas y cayados para afrontar un recorrido de aproximadamente nueve kilómetros que debía llevarlos a través de la historia por lugares básica e intrínsecamente ligados a la historia de la repoblación de la isla de Formentera. Y la fina llovizna que comenzó a caer alrededor de las doce del mediodía no fue obstáculo para que la caminata y la consiguiente torrada se desarrollaran con absoluta normalidad.

Santiago Colomar, preisdente de la OCB de Formentera, explicaba en plan didáctico antes de la partida que «una fita es un elemento, habitualmente formado por una piedra o un grupo de piedras, que sirve para delimitar una propiedad en este caso el cuarto de legua que donaron en 1699 a Toni Blanc, yerno de Marc Ferrer, el repoblador de Formentera». De las cuatro fites que marcaban la propiedad inicial de Toni Blanc hoy en día aún se conservan dos, y el «interés de los hitos que se desprenden de las 'Gràcies reals' concediadas a Marc Ferrer y a Antoni Blanc al final del siglo XVII es un interés indiscutible -señaló Santiago Colomar-, porque hablamos de las tierras que supusieron el inicio de la repoblación de Formentera tras siglos de abandono y por tanto por sólo este hecho ya queda justificada la actuación de las instituciones de cara a su conservación».

Una conservación que aún no está garantizada y que diversas asociaciones culturales quieren impulsar para preservar la memoria de una parte trascendental del devenir formenterés.

«Esta caminata lúdica quiere ser un paseo por lo que era 'Es Clot des Magraner' -indicaba Colomar antes de iniciar el paseo-, que era el nombre que recibían las tierras de Toni Blanc y quiere servir de llamada de atención a los poderes públicos para que preserven aquellos restos que aún permanecen de una época decisiva en la historia de la isla de Formentera».