El cantante del cuarteto madrileño, Dani, fue el principal oscuro objeto de deseo el Jueves Santo en el parque Reina Sofía. Fotos: KIKE TABERNER

J. HERRANZ / K. TABERNER

«Había más de 3.000 personas dentro y 1.500 fuera. Si lo montamos en el recinto ferial habríamos llenado. Ha superado nuestras mejores expectativas y eso que el tiempo no acompañó». Así de satisfecho se mostraba ayer a este periódico Miguel Àngel Serra, de Eventos Musicales Ibiza, la entidad promotora, junto al Ayuntamiento de Eivissa, del concierto que el cuarteto madrileño El canto del loco ofreció el pasado Jueves Santo en el parque Reina Sofía.

Satisfacción, pues, en la organización y en los entusiastas seguidores (alta mayoría femenina) de los autores del éxito «La madre de José». «Todo salió a pedir de boca y no hubo ningún altercado; sólo cuatro casos de lipotimia; poca cosa, porque desde las 10 de la mañana había ya niñas esperando para entrar», precisó Serra. «De peleas y follones no hubo nada relevante. Hasta teníamos una ambulancia medicalizada y otra para llevar y traer gente, pero no tuvieron que hacer ningún viaje», añadió.

La amenaza de lluvia tenía a los incondicionales admiradores y a la organización con el alma en vilo. Así, tras la actuación de los teloneros, Iván Domenech y su grupo, se adelantó 20 minutos la salida de El canto del loco para intentar ganarle la batalla al posible chaparrón. Y hubo suerte: «Justo 15 minutos después de terminar el concierto empezó a llover. Todo resultó perfecto; hasta la atención que tuvieron los músicos con los fans que querían una foto o un autógrafo. Por grupo, fueron pasando unos 200 personas y atendieron a todas, hasta la última», precisó.