Toni Hormigo inaugurará el próximo sábado 4 en la galería Berri de Sant Agustí su última exposición individual, con 15 esculturas recientes.

La galería Berri de Sant Agustí acogerá a las 20,00 horas del próximo sábado día 4 la inauguración de una exposición de esculturas de Toni Hormigo, que permanecerá abierta al público hasta el próximo día 23. No se trata de una nueva cita de las que, con cadencia bianual, el veterano escultor de Sant Antoni lleva a esta recoleta sala del interior de la isla, sino que la ocasión tiene algo de despedida, de cierre de ciclo: «Creo que va a ser mi última exposición individual; no hay demasiadas galerías en la isla y hay que dejar sitio a la gente joven que va más lanzada. Así que si no cambio de opinión, que creo que no, a partir de este año sólo mostraré mis cosas de manera testimonial en alguna muestra colectiva, pero de individuales ya voy bien servido», explicó ayer el artista a este periódico.

No se trata de cansancio, ni de que su producción artística haya menguado. «No es eso, sólo que ya no me hace tanta ilusión preparar exposiciones; y que la escultura no da para tanto, porque después hay que seleccionar». Selección que a veces hace él mismo y otras (como en este caso) en complicidad con el galerista, viejo amigo ya de Toni Hormigo. «Vino Gastón aquí al estudio y eligió unas 15 esculturas de tamaño casero, porque su galería no es muy grande», precisó.

Una última oportunidad, pues, para los muchos admiradores que tiene en la isla de ver reunida la última hornada de trabajos del escultor, piezas realizadas en estos dos últimos años. «Todas están dentro de mi estilo, que es muy variado. Hay mujeres, animales, alguna maternidad, y como soy hombre de mar, alguna que otra sirena», subrayó Hormigo, con sus 70 años cumplidos. «Me gusta ya la tranquilidad, me tomo las cosas con más calma».

Ni siquiera contempla la transmisión directa de su arte a los más jóvenes. «No, no; creo que siempre he sido un buen alumno, pero pésimo profesor, no sé enseñar», apuntó. ¿Ni siquiera a la familia? «Bueno, tengo un hijo o dos que tienen esto del arte como hobby y les doy algún que otro consejo, indudablemente; pero poco más».

Así que a partir de ahora, los seguidores de Toni Hormigo, tendrán que conformarse con ver sus esculturas en alguna muestra colectiva, o pasar por su hermoso estudio de Sant Antoni. «Tengo mi clientela, y recibo algunas visitas en mi taller; suficiente para la obra que voy sacando. Con estos ya me va bien a mis años; los carrozas tenemos que hacer el relevo de la antorcha con las generaciones que vienen detrás; que ahora en la isla hay mucha gente que hace cosas interesantes y necesitan lugares donde puedan presentarlas», concluyó.