El barcelonés Antón Vallet Pujol ganó el viernes por la noche el X Certamen Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja con su obra «Diarios de Robinson», premio dotado con 18.000 euros y la publicación del poemario a cargo de la editorial Plaza y Janes.

Vallet, publicista de profesión, ha indicado que su obra la han leído tres personas, y añadió: «Me parece un sueño haber granado este premio», además de considerar «mágico» que un certamen concentre a tanta gente.

El galardonado ha explicado que llevaba veinticinco años sin escribir al considerar que «hay más poetas que lectores de poesía». Para esta edición el número de trabajos presentados fueron 178 procedentes de Europa e Iberoamérica, 152 de carácter nacional y el resto extranjeros, quedando como finalistas las obras «La música de las estrellas», «Las llaves de la sombra», «Vernon Lee», «La moneda de Eléusis» y «Diario de Robinson».

El relevo
En el año 2004 la obra «El ángel yuxtapuesto» del periodista y poeta Julio Herranz Benito, redactor de cultura deUltima Hora Ibiza y Formentera, resultó ganadora del IX Certamen, mientras que la obra «De silencios fingidos«del autor madrileño Vicente Martín (Torrejón de la Calzada) fue finalista.

El Jurado de esta X edición del Certamen estaba formado por Luis Bonmatí Gutiérrez, Javier Díez de Revenga, José Luis Vicente Ferris, Manuel Cifo González, Manuel Llorente, Jesús García Calero, Ana María Moix, Julio Herranz (ganador de la última edición del certamen), y José Manuel Caballero Bonald, que actúa como presidente del jurado. Precisamente, éste dijo que la obra ganadora «tiene una voz propia,lleno de sugerencias emocionales, de lenguaje muy rico que llamará la atención por su calidad». Desde el año 2004 la editorial Plaza&Janés es la encargada de la publicación y promoción de las obras ganadoras de este premio.

Julio Herranz fue el encargado de justificar en la entrega del premio los valores «sorprendentes» de una obra literaria con tantas dosis de humor como de profundidad, resaltando, además, el hecho de que el silencio poético de 20 años que el autor confesó no sea obstáculo para crear «un gran libro que dará mucho que hablar».