EFE|MADRID

El cineasta catalán Joaquim Jordà, recientemente fallecido, uno de los fundadores de la Escuela de Barcelona y maestro del documental español, ganó ayer el Premio Nacional de Cinematografía 2006, dotado con 30.000 euros, por su capacidad para «abrirse a nuevas formas de relato audiovisual». Así lo consideró el jurado que otorgó el premio, concedido por el Ministerio de Cultura, que destacó, además, su capacidad «como guionista y director, para convertirse en maestro de varias generaciones de cineastas».

En su última comparecencia pública días antes de fallecer, a los 70 años a causa de cáncer de hígado y páncreas, Joaquim Jordà presentó su biografía y afirmó que su único propósito en el cine había sido «no mirar allí donde no quería».

Nacido el 9 de agosto de 1935 en la localidad gironesa de Santa Coloma de Farners, Jordà fue ideólogo de la Escuela de Cine de Barcelona, profesor, traductor y guionista, y rodó catorce películas. Aunque estudió Derecho en Barcelona, más tarde se trasladó a Madrid para ingresar en la Escuela de Cine. Y, en 1952, viajó a París para entrar en el entorno de la Cinematheque, donde se encontró Rohmer, Truffaut, Chabrol o Rivette y adquirió la conciencia política que marcó su obra.