Los representantes de la Secció d'Arqueologia del Colegio de Licenciados de Balears presentaron el pasado miércoles en el Consell de Mallorca el manifiesto sobre la protección del Patrimoni. Foto: TERESA AYUGA

M. DÍAZ / J. HERRANZ

Conscientes y cansados de la «destrucción masiva del patrimonio desde la finalización de la Carta Arqueológica de les Illes», hace ya 13 años, destrucción de la que culpan tanto «al sector privado como a las mismas instituciones públicas», los profesionales de la Secció d'Arqueologia del Colegio de Licenciados presentó el pasado miércoles un manifiesto en el registro del Consell de Mallorca con el objetivo de «opinar en común, presentar en bloque un manifiesto sobre algo que nos parece que es escandaloso».

El manifiesto surge de la I Trobada d'Arqueòlegs celebrada en el Museu de Manacor el 15 y 16 de septiembre pasados. Fue allí donde se acordó por «unanimidad» presentar esta «declaración de intenciones». Desde la Secció d'Arqueologia se exige «un estricto cumplimiento de la Llei de Patrimoni» de Balears, así como de la «normativa estatal e internacional al respecto». En este sentido, en el manifiesto se pide que se «unifiquen criterios en cuanto al trabajo con arqueología urbana como la creación de un reglamento específico, un protocolo de actuaciones, que se exijan estudios previos a las intervenciones y que se unifiquen criterios a la hora de desmontar estructuras arquitectónicas».

Para estos profesionales es fundamental que las administraciones públicas «exijan seguimientos de las intervenciones arqueológicas»; también solicitan que el Consell recupere la publicación de monografías de arqueología, como la colección Quaderns de Patrimoni Cultura, así como que se creen plazas de técnicos de patrimonio «tanto a nivel municipal, como supramunicipal o de la administración competente».

Finalmente, otro de los puntos clave de su reivindicación se refiere al patrimonio subacuático, el más abandonado por los responsables políticos, ya que se da la paradoja de que Balears, una comunidad autónoma cuyo territorio está integrado por islas, «es, junto con Canarias, una de las dos autonomías que no tiene Carta d'Arqueologia Subacuàtica». Por eso, los profesionales de la arqueología de las Islas no sólo solicitan su realización, sino que también piden que «se ponga en funcionamiento un servicio para su gestión».

Desde la Sección d'Arqueologia se concluye que «esta situación caótica (la del patrimonio arqueológico) no puede continuar y es más que necesaria una implicación de los políticos, instituciones y sociedad civil».

Los arqueólogos colegiados de Balears, la mayoría de ellos de Mallorca, aseguraron tras la presentación del manifiesto en el Consell de Mallorca que en Balears «sólo con cumplir la ley ya estaríamos cubiertos»; y recordaron que el artículo 46 de la Constitución «obliga a conservar y a difundir el patrimonio». «¿Si la gente no tiene acceso a él, cómo les decimos que tienen que conservarlo?», subrayaron.

El caso de las Pitiüses
Al estar las competencias de arqueología transferidas a los consells, el caso de Las Pitiüses presenta rasgos diferenciales. «La situación en cada isla no es directamente parangonable. Tenemos muchos problemas en común, pero cada isla los soluciona a su manera», apuntó a este periódico Elena Hinglada, de la Secció d'Arqueologia. «El caso de Menorca es infinitamente mejor que el de Mallorca. El de Eivissa lo conozco un poco porque he estado trabajando allí. También hay un conflicto abierto con el tema patrimonio, pero el volumen de intervenciones es menor, y por lo tanto el conflicto es menor», añadió.

Dado que el número de arqueólogos colegiados de las Pitiüses al parecer es cero («que yo sepa, lo digo de memoria; y de Menorca sólo hay uno, que es el que nos sirve de enlace»), los firmantes del manifiesto quieren aprovechar la ocasión «para saber si compartirían y asumirían sus conclusiones», precisó Elena Hinglada, añadiendo que sería positivo para la causa de la protección del patrimonio que algún arqueólogo pitiuso «quisiera hacer de enlace con nosotros».

Asimismo, Hinglada apuntó que en Eivissa «la arqueología iba a paso lento hasta que se ha iniciado toda la política de obra pública, que es la que normalmente destapa estos papeles. Y sé que el técnico del Consell ha estado muy cuestionado», señaló.