Viñetas de 'Laberinto de bípedo», de un cómic de Pere Joan con guión de Emili Manzano, no realizado (1995).

JULIO HERRANZ

La Sala de Cultura de «Sa Nostra» acogerá a partir de las 20,00 horas de mañana miércoles la inauguración de una exposición antológica de Pere Joan (Palma, 1956), que estará abierta al público hasta el 12 de diciembre. Para la ocasión, el reconocido artista mallorquín de cómicas ha seleccionado más de 40 obras, la mayoría de ellas originales, realizadas con pintura al temple y lápiz entre los años 1992 y 2006. Organizada por la Fundació «Sa Nostra», la muestra termina en Eivissa un periplo que le ha llevado por las salas homónimas de Balears.

Historietas, ilustraciones, piezas hechas bajo un punto de vista pictórico, portadas imaginarias, cómics inéditos, estudios de tipografía, dibujos hechos para la ocasión y varios cuadernos de apuntes que muestran cómo surgen y evolucionan las ideas creativas de Pere Joan conforman una exposición que permite adentrarse en el peculiar y rico universo creativo de este artista múltiple.

Antes de empezar a escoger el material que compondría «Blau i cendra», título también de su último cómic, Pere Joan creía que su obra era «muy dispersa, fruto de diferentes técnicas y motivaciones». Después, tras la selección, el dibujante vio que había algo que unía todas las piezas. «Descubrí que los colores azul y ceniza aparecían constantemente o que había conceptos que se repetían, como el interés por juntar elementos contradictorios, por metamorfosear el cuerpo humano o por escaparme de la narración lineal», explicó a este periódico. Pere Joan no busca «lo obvio», busca que «los dibujos hagan que el espectador se pregunte cosas». «Gráficamente me considero antisolemne, punto que me divierte», añadió.

Para Pere Joan, el presente le ha permitido volverse «más experimental» y tener «una mayor libertad estilística. Intento hacer lo que no he hecho nunca, no repetirme». Unasa condiciones creativas favorecidas por el hecho de no estar «obligado a publicar semanalmente» ; lo que le permite «jugar con el lenguaje, aportar un contrapunto cómico, menos masivo y evidente». «Sé que mis cómics de los 80 no se parecen a estos. Tal vez me haya vuelto más serio, algo que remediaré».