El sobrio montaje se adecuó al espíritu de este clásico de la literatura española y universal. Foto: SONIA GAITÁN

R. C.

El centro cultural de Can Ventosa acogió anoche La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, en una versión dirigida por Amelia Ochandiano y protagonizado por Margarita Lozano, María Galiana, Concha Hidalgo, Aurora Sánchez, Ruth Gabriel, Palmira Ferrer, Nuria Gallardo, Adriana Ugarte, Mónica Cano y Saturno Barrio.

El sobrio montaje permitió ayer al público disfrutar de un clásico, el drama femenino en torno a la matriarca más intensa de la literatura española, obra cumbre del genio granadino. Como se esperaba, la sala estaba llena.

La directora del montaje, Amelia Ochandiano había ya explicado que La casa de Bernarda Alba «es un claro ejemplo de cómo muchas obras maestras acercan a los conflictos eternos y universales desde lo más cercano, lo más cotidiano y próximo. Para conseguir todo esto pretendemos huir de un realismo localista y basar el espectáculo en la sencillez de la puesta en escena, el mestizaje de la banda sonora y, sobre todo, en dar todo el protagonismo a las emociones de diez mujeres encerradas y sometidas a un régimen dictatorial; ver cómo van evolucionando sus distintas personalidades y quedarnos con las conclusiones y las reflexiones de sus acciones. Para ello, el reparto de actrices se convirtió desde el principio en nuestra principal baza», subrayó.

En cuanto a la puesta en escena, tiene la simplicidad del minimalismo y el sabor de lo rural. Una mezcla de contundencia con las líneas rectas (la reja, lo masculino) y de sensualidad con las curvas (los arcos, lo femenino).