La Orquestra Simfónica Ciutat d'Eivissa durante su actuación de ayer en Can Ventosa.

R.C.

El amor que sentía Beethoven por la naturaleza se ve plasmado en su Sinfonía nº6, también llamada La Pastora, una obra que ayer puso colofón al concierto que la Orquestra Simfònica Ciutat d'Eivissa ofreció ayer en el auditorio de Can Ventosa. En esta ocasión la orquesta estuvo dirigida por el director belga residente en la isla, Georges Verwit, que días atrás había resaltado el nivel de los músicos que componen esta formación. «Va subiendo en cada concierto», había sentenciado.

La velada se inició con un clásica pieza de Haëndel, Music for de Royal Fireworks, para pasar posteriormente a la conocida Sinfonía de los Juguetes, de Mozart. La segunda parte del concierto estaba reservada para La Pastora, una obra de 40 minutos de duración y que cuando fue estrenada en 1808 no fue muy bien acogida, pero poco a poco se ha situado entre las favoritas de los oyentes.