Miquel Àngel Roig-Francolí (Eivissa, 1953) vuelve a retomar su pulso compositivo.

JULIO HERRANZ

«He venido ahora a Eivissa porque es la primera vez que se toca en la isla una obra sinfónica mía, aunque se han tocado muchas obras de cámara. Entre otras razones, porque hasta ahora no había una orquesta sinfónica. No quería perderme la ocasión, pues, encima, está dirigida por mi cuñado, Adolfo Villalonga». Con estas palabras justificó a este periódico Miquel Àngel Roig-Francolí (Eivissa, 1953) su presencia en la isla para asistir al concierto que ofrecerá hoy la Orquestra Simfònica Ciutat d'Eivissa (Can Ventosa, hoy, 20,00 horas), en cuyo programa se incluye el estreno en Eivissa de Dona eis Requiem, estrenada en Palma en abril del pasado año por la Simfònica de Balears. Presencia aprovechada por el Conservatori de Eivissa para pedirle que diera una conferencia; «y, por supuesto, acepté encantado», precisó.

Escrita en 2005, la obra «está dedicada a la memoria de las víctimas inocentes de las guerras y el terrorismo en tiempos recientes», precisó Roig-Francolí. Está estructurada en tres parte. La primera, basada en el texto y melodía de la secuencia gregoriana Dies irae; «en referencia a lo que cabe imaginarse que Dios sabe 'sentir' sobre los irracionales y masivos actos de destrucción, violencia y muerte que se han vuelto tan habituales en nuestros días». La segunda sección «es una austera rendición musical del texto deAgnus Dei: Cordero de Dios, ten piedad de nosotros por las atrocidades que estamos cometiendo». Y la tercera sección es para «el recuerdo directo de las víctimas: Dona eis requiem sempiternan (dales el descanso eterno). «Como complemento a los rigores deDies irae, aparece en esta sección la bellísima melodía de la Salve Regina gregoriana», detalló el compositor, añadiendo: «Valga esta música, que ojalá tengo eco en el corazón de ustedes, los oyentes, como mi oración esas víctimas inocentes».

Miquel Àngel Roig-Francolí, catedrático de Armonía, Contrapunto, Análisis y Formas Musicales en la Universidad de Cincinnati, tiene otras dos obras programadas en cartera: Cánticos para una tierra sagrada, escrita en las pasadas Navidades, que será estrenada la temporada que viene en Palma por la Simfònica Balear; y Antífona y salmos para las víctimas de genocidio, escrita hace dos años, y «proyectada para estrenarse por la orquesta y coros de la Comunidad de Madrid en la temporada 2008-2009». Por lo tanto, «estoy de nuevo activo en la composición; pero lo realmente difícil es conseguir que te estrenen una obra para coro y orquesta», subrayó.

Medalla de Honor del Conservatori Superior de Balears (2004), Roig-Francolí también desarrolla en Estados Unidos una interesante labor divulgativa de sus conocimientos musicales y pedagógicos con la publicación de obras de carácter didáctico. «El segundo libro de texto, Understanding post tonal music, debería estar en el mercado a mediados de mayo; ahora está saliendo de imprenta. En cuanto al primero, Harmony in context, estamos trabajando en la segunda edición; tengo que hacer una revisión grande», señaló el autor.

Sobre su trabajo compositivo, lo desarrollado principalmente en los años 70 y 80, centrándose después en la investigación musicológica y la docencia. Su vuelta a la composición está motivada «por las atrocidades e injusticias del mundo en que nos ha tocado vivir. Como artista, mi mejor (y casi única) respuesta pasa por la creación y expresión artísticas». Obras escritas en un lenguaje propio de principios de este siglo, «basadas en una estricta economía de medios y en una intensidad expresiva que pongo al servicio del mensaje que quiero transmitir. Además, todas mis obras recientes tienen un carácter marcadamente espiritual; están basadas en textos sagrados y en melodías del repertorio medieval gregoriano», ha explicado el compositor. «El resultado es una música en la que reconozco plenamente mi voz personal, mis silenciosos gritos de estupor por la locura que está progresivamente dominando el mundo; mi oración más íntima y personal para que, por encima de esta locura de las tragedias históricas, el bien y la luz triunfen finalmente sobre la barbarie y las tinieblas modernas».