Carlos Velasco presentará mañana en Dalt Vila su primera exposición individual. Foto: GERMÁN G. LAMA

PEP TUR

Pocas veces en el mundo del arte se da la coincidencia de que una primera inauguración sea compartida por la sala que muestra y por el pintor que expone. Pero eso es exactamente lo que sucederá mañana en la galería Paco Polenghi (antigua Van der Voort), en la que se presenta en su primera exposición individual el artista Carlos Velasco con la serie Embustes.

Se trata de una decena de obras realizadas para la ocasión por «una joven promesa», como le define el galerista, que llegó a Eivissa hace apenas un año y medio desde Madrid y que actualmente trabaja como arquitecto para el Ayuntamiento de Formentera.

Al definir su método de trabajo, Velasco no duda en asegurar: «Cuando encuentro lo que busco no pretendo la definición en el resultado». Y ahí radica el núcleo de su estilo: la búsqueda. «Muchas veces cuando me pongo a pintar buscando algo en concreto, un gesto que pueda representar lo que tengo en la cabeza, lo intento y normalmente no me sale. Entonces renuncias, empiezas a taparlo y de repente aparece algo mucho más interesante». ¿Casualidad? No. Según Velasco es parte del proceso de creación y afirma: «Cuando encuentras algo lo desarrollas y quiero creer que aquello que desarrollas tiene algo que ver con esa idea original o con la obsesión de ese momento».

Bajo el título de Embustes, Velasco ofrece al público una exposición en la que todo gira en torno a los rostros, unos rostros «inexpresivos, un poco angustiosos por la falta de expresión». «Mucha gente -explica- utiliza un diario para contar sus historias y sus penas; es lo mismo que hago pintando».

Forjado en el arte en la calle, Carlos Velasco compartió paredes y spray con un grupo de grafiteros tras su llegada a Eivissa. De ahí, comenta, aprendió «a dibujar en grandes dimensiones». «Soy dibujante, en cuanto a pintura no tengo ningún pasado, por lo que de esta exposición espero que me permita seguir pintando», comenta sonriendo.