JULIO HERRANZ «Estoy encantada de que se hayan acordado de mí para participar en este ciclo, porque yo soy de Eivissa y lo que más me gusta es cantar para mi gente». Con estas palabras, Manoli Fernández resumió ayer a este periódico su satisfacción por participar en el XV Cicle d'Intèrprets Eivissencs con un concierto titulado De lamentos y requiebros, que presentará a las 20'30 horas de esta noche en Can Ventosa. La reconocida cantaora estará acompañada por el grupo destreza, formado por Ismael Rodríguez (percusión), Marcial Rodríguez (guitarra), Pedro García Brekón (percusión), Juanjo Fernández (percusión) y las bailaoras Lidia Escudero y Tamara Rodríguez. Como invitado especial, participará el pianista Pablo Maldonado.

Para la ocasión, Manoli Fernández ha preparado un programa «con más palos serios que festeros: soleas, seguiriyas, martinetes...». Estilos de compleja enjundia que son un tour de force para los cantaores hondos. «Lo que prefiero es cantar por derecho estos palos fuertes, aunque estoy abierta a todo. He hecho fusión, incluso aquí en la isla con Joan Murenu, hace años; y voy donde me llaman, pero con lo que más me identificado es con el flamenco hondo», precisó.

Palos que ocuparán la primera parte del concierto y en los que estará acompañada por Pablo Maldonado, reconocido pianista granadino con quien Manoli ha colaborado en múltiples ocasiones. «Empecé con él haciendo un concierto del ciclo de verano de los Jardines de Sabatini de Madrid. A la gente le encantó y a partir de entonces canté con él muchas veces. Aunque lo más natural para cantar flamenco es que te acompañe la guitarra, el piano va muy bien para los palos serios», precisó la cantaora.

Desde hace dos años Manoli Fernández reside en Eivissa, tras haber desarrollado una notable trayectoria profesional con base en Madrid, donde trabajó cinco años con la compañía de Rafael Aguilar. Además, actuó con Joaquín Cortes en Japón, estuvo cantando tres meses en México y ha realizado giras por Alemania, Inglaterra y Japón, entre otros países. Hasta que la nostalgia, y la vuelta a la isla de su hermano Juanjo, le hizo hacer un alto en el camino. «Llevábamos ocho años por Madrid y nos apetecía mucho estar con la familia un tiempo. Juanjo vuelve ahora a Madrid y para enero o febrero marcharé yo también. Durante estos dos años me ha ido llamando gente para hacer bastantes cositas, y a todas decía que no; pero ya me ha entrado otra vez el gusanito y tengo ganas de volar», señaló Manoli Fernández, quien aún no ha cerrado ningún contrato de trabajo para su nueva etapa madrileña. «Tengo varias cosas en cartera que estoy barajando, pero ya me decidiré cuando llegue a Madrid», añadió la cantaora.

Sobre su invitado, Pablo Maldonado, Manoli Fernández recordó que es nieto y sobrino de flamencos, que aprendió piano de los clásicos y ha frecuentado también el mundo del jazz; pero su compromiso principal es con el flamenco, género en el que desarrolla su mejor inspiración. Entre otros reconocimientos, Maldonado tiene en su haber un premio por una composición suya en un certamen en Madrid.