Graziella Tonfoni ha vuelto estos días a Eivissa para poner en marcha un proyecto literario de compromiso político con su tiempo. Foto: IRENE G. RUIZ

JULIO HERRANZ

Graziella Tonfoni, profesora de Lingüística aplicada en la Universidad de Bolonia, ha vuelto a Eivissa para iniciar un proyecto literario de carácter alegórico, motivada por un compromiso personal «para aportar algo a la mejora del mundo». El hecho de que haya elegido la isla para ponerlo en marcha, se debe a que en 2004 el Ayuntamiento de Sant Antoni la nombró escritora residente; «un honor que me vincula y compromete con esta isla, a la que vuelvo siempre que puedo». Y en la isla ha comenzado estos días a desarrollar la idea. «Son pequeños cuentos en clave de alegoría simbolista y a modo de metáfora en torno a los problemas sociológicos e históricos que está sufriendo la sociedad contemporánea», explicó a este periódico la inquieta intelectual.

Tonfoni es reconocida internacionalmente por ser la autora de un método de enseñanza que lleva su nombre, cuya base científica reside en la lingüística, la ciencia cognitiva y la inteligencia artificial. Método apadrinado en Eivissa desde hace varios por el filólogo ibicenco Marià Torres (actual conseller de Cultura y ex director del Institut Quartó de Portmany), quien en 2003 publicó en la editorial Mediterrània Didàctica de l'escriptura. Un volumen, ilustrado con esquemas e imágenes para entender mejor esta herramienta singular para mejorar el proceso de escritura y lectura. Uno de los resultados prácticos del Método Tonfoni fue la instalación de un Recorrido de Escritura Ecológica en ses Salines, entre otras iniciativas.

Que Graziella Tonfoni haya ampliado su campo de acción creativa a lo literario se debe «a un sentido político y social de compromiso con mi tiempo; una necesidad de ir más allá de la enseñanza de catedrática de Semiótica y del método Tonfoni. Supongo que se debe también al hecho de madurar, pues he llegado a los 50 años. He tenido una vida muy intensa y he publicado muchísimos libros que se van traduciendo a varios idiomas. La gente utiliza mis textos y los adapta según sus necesidades; como hizo Marià Torres aquí. Son ya como hijos independientes que siguen su camino», señaló Tonfoni, añadiendo: «Por cierto, he renunciado a los derechos de autor sobre mi obra; algo totalmente inédito. Es para que los traductores se tomen más en serio su trabajo y sean más responsables».

En cuanto a su nuevo proyecto literario, de momento ha escrito tres relatos: Efecto amplificación, Paredes milagrosas y La descaperucita roja. «Es una trilogía sobre cómo la información puede ayudar a la comunicación, aceptando que estamos inmersos en un caos total; en parte, precisamente, por saturación de información, valga la paradoja. La idea es que algún escritor local les dé mejor factura literaria que la que he puesto yo y los publique en la prensa por entrega», concluyó Tonfoni.