Blanca Portillo y Helio Pedregal en una imagen de la obra. g Fotos: SERGIO PARRA (www.camerinos.es)

Había expectación por ver el debut teatral de la actriz Blanca Portillo en Eivissa, aunque finalmente sólo se tradujo en una media entrada en Can Ventosa. La intérprete, junto con Helio Pedregal, llegaba a la isla como parte del cartel de Afterplay, la obra escrita por el irlandés Brian Friel basándose en dos personajes creados por Chejov para Tío Vania y Tres hermanas.

Envueltos por una sobria puesta en escena, con el negro como denominador común (incluso se ubicó un velo frente al escenario para remarcar aún más esa sensación), Portillo, en la piel de Sonia, y Pedregal, como Andrei, desnudaron las soledades que Friel, un gran estudioso de la obra de Chejov y su principal traductor al inglés, desvela en este improbable encuentro de ambos personajes veinte años después de la acción en las que los situó Chejov.

La complejidad del texto quedó reflejada enla representación. Los elaborados diálogos, interpretados con maestría por los dos actores, remarcaban aún más la sobriedad del conjunto.

Tanto Portillo como Pedregal figuran como productores de este montaje dirigido por José Carlos Plaza. Tal y como señaló el actor a este periódico, consideraron que Plaza era la mejor opción para trasladar las palabras de Friel al escenario. «Ha hecho un trabajo magnífico», remarcó Pedregal.

Sacados de sus entornos de Tío Vania y Tres hermanas, Andrei y Sonia viven intensamente su soledad. Él, convertido en músico ambulante, esconde esa situación e intenta convencer a Sonia, un personaje con una gran carga emocional, de que forma parte de la orquesta que en aquellos días estrenará La Bohéme.

La química existente entre ambos intérpretes, que ya habían trabajado juntos en algún proyecto con anterioridad, también quedó de manifiesto en Can Ventosa y el público les brindó un largo aplauso al final de la representación.