Obra de la serie 'Musics Movements', que el artista vasco presenta en la galería Km.5 de Eivissa.

JULIO HERRANZ

La galería Km.5 de Eivissa acogió ayer la inauguración de una exposición de Sergio Sáez Ojea (Bilbao, 1954), correspondiente a su serie Musics Movements. «Es un trabajo global semi abstracto sobre la realidad y sus reflejos. Pinturas al óleo en la que utilizo diversas técnicas con imágenes borrosas, desenfocadas, en las que se adivina que es algo, aunque es difícil precisar lo que se ve. Son obras que tienen un aire que parece que ha pasado o va a pasar algo», explicó ayer a este periódico el artista vasco, quien desde 2005 vive a caballo entre su ciudad natal y Eivissa. «Tengo estudio en ambas ciudades; en la isla estoy unos cinco o seis meses al año y el resto en Bilbao. Como estoy exponiendo con bastante fortuna en varias ciudades europeas, me muevo así mejor para mi trabajo», añadió.

Aunque realizó estudios de Bellas Artes en Bilbao desde 1972 a 1976, Sergio Sáez afirma que su formación es autodidacta, pero dirigida por profesionales. Entre ellos, tuvo una particular importancia el ceramista y pintor ibicenco 'Gabrielet', a quien conoció en 1972. «Me vine aquí con 18 años y conocí a Gabrielet. Viví en su casa de la Mola unos meses, y cuando marché de la isla fue unas de las cosas que más me motivó para dedicarme al arte», explicó Sergio Sáez, quien entre 1979 y 1989 abandonó su actividad artística por razones familiares.

El artista bilbaíno ha expuesto en Berlín, Londres, Estambul, Eivisssa, León y en varias bienales de arte contemporáneo. Según ha escrito el crítico Iñaki Artigarraga, su obra «está basada en el color». En sus comienzos, su pintura era «realista, influenciada por los artistas americanos y británicos del arte pop». Hasta que en 2000 «adopta y desarrolla un estilo más neo expresionista y semi abstracto en el que continúa trabajando actualmente». Un nuevo camino con obras «en las que aparecen preocupaciones más profundas», como la trascendencia, el ser humano, el paso del tiempo, la creación, la metáfisica, el conocimiento y la música como inspiración principal.

Artigarraga señala que Sáez «siempre mantiene su búsqueda en un campo vasto de medios que no llegan a rozarse pero coexisten, como la pintura, los aromas, la publicidad, la música, la escultura, el collage, el cine, la fotografía, la literatura, el viaje y hasta los restos de un naufragio; medios todos ellos en los que el artista estará siempre ahí para interconectarlos todos».