LAURA TUR

Lina Tur Bonet es una violinista de raíces ibicencas que nació en Cartagena «por accidente». Allí se crió y, a pesar de que adora las tierras murcianas, siempre que le preguntan de dónde es dice que es de Eivissa. Su currículum impresiona a cualquiera, pero su personalidad curiosa, entusiasta e inquieta es lo que más destaca de esta jóven artista. Combina su faceta de concertista con una cátedra en el Conservatorio Superior de Música de Zaragoza, donde puede transmitir a sus alumnos su entusiasmo por la música. Ya ha dado 60 conciertos en lo que llevamos de año. Confiesa que Bach es su gran maestro y de él aprende cosas nuevas cada día

- De padres ibicencos, criada en Murcia, vive entre Madrid y Zaragoza y ha viajado por medio mundo, ¿dónde está su hogar?

-A mí siempre que me preguntan de donde soy digo de Eivissa y no es que sea una Cartagenera renegada pero desde que he estado en el extranjero, mi prioridad al volver a España siempre está en regresar aquí. Pero mi hogar, realmente, está en todos lados, cuando viajas tanto aprendes a estar a gusto en cualquier parte.

-¿Qué relación mantiene con la isla?

-Aquí está toda mi familia y a lo largo de los años he ido haciendo amigos aquí. Lo que me gusta de Eivissa es que me ha dado la oportunidad de conocer a gente muy diversa, pintores, músicos y gente que no tiene nada que ver con el arte, pero que según mi manera de ver también tiene una forma de vida muy artística. Creo que una de las riquezas de Eivissa es que es un punto de encuentro de gente de todo el mundo y que tiene muchas ganas de hacer cosas.

-¿De dónde nace su interés por el violín?

-Yo empecé a estudiar música con mi padre a los tres años. Él fue el encargado de enseñarme a leer música antes que texto. Me enseñó de una manera perfecta, es un profesor de solfeo excepcional. Pero no sé porque elegí el violín, no ocurrió en un día concreto. Pero cuanto más pasa el tiempo más me alegro de haber elegido este instrumento.

-Tras estudiar en España se marchó a Alemania y Viena a seguir su formación con los grandes maestros. ¿Cómo recuerda esa experiencia?

-Fue una época muy enriquecedora en la que me dediqué a aprender, a mejorar y practicar y también de la experiencia de ser violinista y lo que supone llevar una carrera de concertista. De estos años también aprendí disciplina y perfeccionismo.

-Ha estudiado violín barroco y música antigua. ¿En su tiempo libre qué tipo de música suele escuchar?

-A mí realmente me gusta mucho cualquier tipo de música que esté bien hecha. Me gusta mucho el rock, el buen rock y el jazz. Desde Bach, pasando por Peter Gabriel y David Bowie. Me gusta la música étnica y el buen flamenco, por supuesto. Pero seguro que me dejo cosas.

-Su debut como solista fue en 1996 y este año ya ha dado 60 conciertos, ¿cómo se siente ante el público?

-Cada vez me siento mejor. Ya he pasado por mi época de nervios y de inseguridad escénica. El comienzo fue duro. Pero ahora estoy aprendiendo a disfrutar. Próximamente tocaré con Claudio Abbado, uno de los grandes directores de orquesta.

-¿Qué ha cambiado?

-Ahora controlo mejor los nervios. Se ha convertido más bien en una excitación y disfruto más. Ahora sé que la gente que va a mis conciertos quiere disfrutar de la belleza de la música. Y que realmente da igual que toques en el Royal Albert Hall o en una iglesia de Eivissa porque lo importante es hacer buena música y amar lo que estés tocando.

-En 2002 actuó como invitada en el concierto inaugural de la Orquesta Simfònica Ciutat d'Eivissa y a raíz de ese concierto ha actuado más veces. ¿Cómo se siente al tocar aquí?

-He actuado varias veces y ya puedo decir que tengo amigos que vienen a todos mis conciertos, no me gusta llamarles fans. Espero volver a actuar muy pronto aquí porque es muy agradable.

-¿Cuales son sus próximos proyectos profesionales?

-En las próximas semanas saldrá a la venta mi primer cd como solista. Lo grabé en Viena e incluye temas de Bach y Haendel. Ha sido una experiencia increíble. Lo grabamos en un monasterio perdido, muy cerca de Viena. Fue todo un lujo y me sentí muy agradecida al sentir que hay gente muy importante que apuesta por mí.