'Júpiter y Semele', ópera del mallorquín Antoni Lliteres, en un Hivern a Eivissa

El auditorio de Can Ventosa acoge el sábado, a partir de las ocho de la tarde, la puesta en escena de la obra del mallorquín Antoni Lliteres (Artà, 1673-Madrid, 1747) Júpiter y Semele dentro del ciclo Un Hivern a Eivissa. Un plantel del coro, el cuerpo de baile y la orquesta del Conservatori Professional de les Illes Balears será el encargado de poner en escena la obra, subtitulada O el Estrago en la Fineza. «Dentro de la producción de Literes, Júpiter y Semele es una obra de madurez, la última que se conserva cronológicamente, y su argumento procede de las Metamorfosis de Ovidio. Con esta obra, Literes muestra una perfecta asimilación de las formas italianas, haciendo adaptable a la zarzuela española el recitativo y el aria da capo, combinados con gracia y perfección con formas estróficas muy genuinas como los villancicos, las tonadillas y las castizas seguidillas, que no pueden faltar en un género netamente hispano como es la zarzuela que participa a la vez de la influencia operística italiana y de la tradición del teatro español», señaló la compañía. El evento está organizado por Fomento del Turismo y cuenta con la colaboración de la Conselleria de Turisme, el Consell d'Eivissa, y los ayuntamientos de Vila, Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Joan y Sant Antoni.

Se trata de una oportunidad única de conocer una obra mayor de un autor clave de las Islas, muy poco conocido por el público. Antoni Lliteres nació en Artà el 18 de junio de 1673. Ya de pequeño destacó por sus condiciones para la música. En el 1688, cuando tenía 15 años, lo encontramos como alumno en Madrid al Colegio de los niños cantorcicos, donde sólo entraban las mejores voces de todo el país. Allí recibió formación musical (vocal e instrumental) y humanística.Cuando LLiteres tenía 20 años es nombrado violón (violonchelo) en la Capilla Real. También compusiera música para la Capilla junto con los grandes de su época como eran J. Torres y Sebastian Duron.

Con los duques de Osuna

Llegó a ser compositor en la casa de los duques de Osuna, grandes mecenas de las artes. Allí empezó a trabajar con José de Cañizares que, a la larga, se convirtió en su principal col laborador como lo demuestran las zarzuelas Acis y Galatea, Con música y por amor, Hasta lo insensible adora y la probablemente más importante de todas Júpiter y Semele.