'Petit Ball' una obra comprometida con la memoria histórica se presenta mañana.

JULIO HERRANZ

«Se trata de una obra sobre la Guerra Civil vista a través de los ojos y la inocencia de un niño que no entiende lo que está pasando y lo va transformando a través del filtro de su imaginación». Con estas palabras, Tomeu Gomila (director y coreógrafo, junto a Andrea Cruz) resumió el sentido de Petit Ball, la obra que la compañía balear Au Ments presentará a las 20,00 horas de mañana domingo en Can Ventosa, tras haber sido estrenada «con muy buena respuesta del público» el pasado 24 de septiembre en el Teatre Principal de Palma.

Dolores Acosta, Carme Serna, Laura Burgaya, Pere Más, Tomeu Gomila, Vicenç Gomila y Carles Pujals conforman el elenco de una trabajo cuyo «móvil es de reconciliación, no buscamos ningún enfrentamiento. En ese sentido, hay, paralelamente a la historia principal, una historia de amor entre dos personas de ambos bandos, donde se ve bien el conflicto entre amor e ideología», precisó Gomila, añadiendo que la intención «es hablar de la guerra desde el punto de vista de los que más la padecen, que son los niños y la población civil».

Se trata de una producción del Teatre Principal y del Centre d'Arts Escèniques de Reus, donde será presentado próximamente «en un festival muy importante de mimo. También la hemos llevado ya a Huesca. Nuestra intención es moverla por todo el Estado, porque no es un montaje que interese sólo al público balear o catalán. Hasta les ha gustado bastante incluso a los extranjeros que ya la han visto», aseguró el co-director.

Voces en off

Petit Ball es una obra de teatro gestual y danza, con momentos dramáticos y otros divertidos, en la que aparecen varias voces en off: la de Franco, la Pasionaria, Durruti y otras anónimas «Más algunos poemas recitados y canciones republicanas de Biel Majoral. Somos en escena siete adultos y un niño. Más trozos de marionetas», señaló Gomila.

Un espectáculo teatral el que se nos ofrece en este montaje de una compañía que suele presentar sus trabajos en Eivissa, que con la coartada creativa, resulta bien necesario. «Porque hay muchas cosas relativas a aquella guerra que no han quedado resueltas; y hoy día sigue habiendo mucha gente con esa espina clavada, por lo de las fosas y la memoria histórica. Con muchos niños de entonces que perdieron su infancia por culpa de aquella terrible guerra», concluyó Gomila.