EFE-SAN SEBASTIÀN

La carrera hacia la Concha de Oro estuvo llena ayer de sorpresas inversamente proporcionales en la cuarta jornada del festival: mientras la nueva película del francés Christophe Honoré decepcionó hasta la irritación, la epopeya histórica china City of Life and Death deslumbró inesperadamente. Una película asiática de dos horas y cuarto de duración y con batallas en las que distinguir a los chinos de los japoneses no era, a priori, el panorama más alentador para un lunes de festival en el que, de nuevo, la lluvia no ayudaba a levantar los ánimos.

Sin embargo, City of Life and Death, la ambiciosa producción de Lu Chuan que retrata el episodio de la ocupación China conocido como La violación de Nankín (1937), convenció al desgranar una poesía inmisericorde en su viaje histórico y emocional. «La gente fuera de China no ha tenido la oportunidad de conocer esta masacre», explicó Chuan, cuya película favorita es, no en vano, La lista de Schindler (1993).

La planificación pictórica y el uso límpido del blanco y negro conviven en City of Life and Death con la brutalidad de la batalla, cuyo horror da homogeneidad a vencedores y vencidos y cultiva el dilema moral sobre la condición humana.