Antes de trabajar o en el tiempo del desayuno, cualquier momento de la mañana fue ayer bueno para que cientos de adictos al fenómeno Larsson acudieran a su cita en las librería para adquirir algún ejemplar de los medio millón con los que la última entrega de Millennium aterrizó ayer en España. «Hoy desayunamos Larsson», comentaron sonrientes tres empleadas de una oficina cercana al centro FNAC de la madrileña Plaza del Callao que, minutos después de las diez de la mañana, compraron «en el tiempo del desayuno» y para los compañeros siete ejemplares de La reina en el palacio de las corrientes de aire.

En total, 2.000 ejemplares se apilan en esta librería del centro de Madrid en varias plantas, más de 300 tienen ya dueño porque están reservados, dice Ana, una de las dependientas, que señala que el arranque del día ha sido espectacular. Las librerías no están llenas pero el goteo de lectores a la caza de un Larsson no cesó en todo el día, la mayoría mujeres. .

«Me gusta por la intriga, estoy muy enganchada», dice otra lectora que elogia todas las entregas: «Son historias que están muy bien contadas».

Javier no quería esperar más; «¿por qué hacerlo si se vende hoy?», comenta con un ejemplar en mano antes de entrar a trabajar y con la intención de cuando termine la jornada comenzar a leerlo y este fin de semana «avanzar todo lo que pueda», mientras que Simón lo ha comprado para su novia y confía en que cuando llegue a casa ésta no lo tenga ya.

Por las cajas de pago de la Casa del Libro, en la calle de Gran Vía, no hay cliente que no lleve en sus manos la novela, algunos más de una porque tienen encargos de familiares o amigos. Con todo, los responsables de las librerías tranquilizan a los clientes. «Hay reservas suficientes para que nadie se quede sin un ejemplar», apuntó Isabel Pascual, responsable de la librería del Corte Inglés de la calle Preciado.