EFE-MADRID

Roser Berdagué Costa ganó ayer el Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra, al que ha dedicado más de cuatro décadas; y José Luis Moralejo, por su traducción de la obra Sátiras. Epístolas. Arte poética de Horacio. Ambos premios, concedidos por el Ministerio de Cultura, están dotados con 20.000 euros en cada caso y han sido fallados por un jurado presidido por el director general del Libro, Rogelio Blanco.

Después de cuarenta años dedicada a la profesión, Roser Berdagué apuntó ayer que la traducción es una labor cultural «imprescindible, que debería estar más protegida, estimada y reconocida». «Ni siquiera las editoriales citan siempre al traductor, y los críticos también prescinden de esta labor minuciosa, sostenida y que requiere una lectura profunda», .

Por su parte, Moralejo (Santiago, 1943), es licenciado en Filosofía y Letras, especialidad de Filología Clásica en la Universidad Complutense de Madrid en 1965 y doctor en Letras Clásicas por la Universidad de Bolonia.