Ante el informe de la empresa catalana STEM (Serveis Tècnics i Equipament per Museus), a la que el Consell d'Eivissa encargó un estudio, que ha costado 15.000 euros, para ver cómo proteger mejor el retablo de la iglesia de Jesús, han saltado todas las alarmas sobre los riesgos que corre la 'joya de la corona' del patrimonio artístico pitiuso. «El diagnóstico indica el levantamiento de la capa pictórica, el mal estado del soporte y cómo está presentado; que unidos a los graves problemas de humedad del templo hacen que su envejecimiento se esté acelerando», explicó ayer el director técnico de STEM, Ignasi Millet, profesor de museología y miembro del Comité Internacional de Museos, añadiendo: «No quiere decir que cuando se hizo la restauración, hace 18 años, se hiciera mal, sino que era la técnica que se usaba entonces. Pero, además, el aire acondicionado que se puso en su momento es tan fuerte que ha propiciado la aceleración de la destrucción del retablo».

Millet especificó que «las partes que están peor son las del guardapolvo de la obra, las curvas que hace para arriba, donde se concentra más la humedad. Además, tenemos una linterna solar que favorece más aún la condensación y formación de gotas de agua continuamente en la superficie».

Pieza singular

Unas circunstancias, pues, que ponen gravemente en peligro el retablo renacentista, calificado por el experto como «una pieza singular y fantástica, de gran calidad. El autor es desconocido. Se le atribuye a Ausona, un pintor valenciano. No se sabe con certeza cuándo llega a Eivissa, pero es del primer Renacimiento, en los siglos XV y XVI».

El estudio exhaustivo llevado a cabo sobre el retablo y su circunstancia ofrece conclusiones bien preocupantes: «No es que el retablo sufra por causas naturales, sino por la conservación climática. Es decir, la humedad relativa está siempre en constante movimiento dentro de la iglesia. No está nunca controlada y siempre es alta, porque no hay corrientes de aire. Y así, la humedad se posiciona en la superficie de la capa pictórica, expandiendo y moviendo toda la estructura orgánica del retablo, lo que va acabando con su poca vida», aseguró Millet.

Las soluciones recomendadas por el estudio son «trabajar en la corrección climática del templo, restaurar el retablo renacentista, y a partir de ahí, intentar llevar un mantenimiento lo más adecuado posible». Propuestas del estudio cuyo presupuesto para realizarlas está cifrado en «cerca de lo 150.000 euros por la climatización y restauración, y unos 100.000 o 150.000 más para toda la instalación que seria necesaria», precisó el director técnico de la empresa STEM.

El delegado del patrimonio eclesiástico de las Pitiüses, Francesc Torres Peters, apuntó ayer a este periódico que con el estudio realizado «hemos dado un primer paso muy importante», cuya conclusión no ofrece dudas: «Estaba claro que es urgente la intervención. Nuestra opinión ya la manifestamos en la comisión mixta Obispado-Consell: que antes de intervenir era necesario un estudio profesional para determinar exactamente lo que convenía hacer, porque en temas de restauración a veces se dan palos de ciego», precisó Torres Peters. En cuanto a la financiación del proyecto señaló: «Confiamos en que no sea difícil de lograr, de una manera u otra; tratándose del retablo, que es, sin ninguna duda, el mejor patrimonio de las Pitiüses, digno de estar en el mejor museo de España», aseguró el delegado del patrimonio eclesiástico, añadiendo que en breve se reunirá la comisión «para decidir el plan de ruta; cómo, cuándo y de qué manera».