La National Gallery de Londres, que posee una de las colecciones públicas más importantes del mundo, ha decidido exponer una sórdida reconstrucción del Distrito Rojo de Amsterdam, en un osada incursión en el arte contemporáneo. Cuando el año pasado se anunció el proyecto de mostrar la obra de Ed y Nancy Kenholz, The Hoerengratch, el revuelo fue considerable y muchos críticos se preguntaron si la galería, que siempre se ha caracterizado por su pureza se estaba 'prostituyendo' al exhibir arte contemporáneo. Sin embargo, el comisario Colin Wiggins defendió la decisión de acoger esta instalación que recrea una calle de varios edificios sucios en los que varios maniquíes con escasa ropa se exhiben en las ventanas. Wiggins también destacó los vínculos entre esta pieza y algunos de los famosos cuadros holandeses del siglo XVII que se exhiben allí de forma permanente. Modelos reales

La National Gallery ha instalado la muestra en un lugar oscurecido e iluminada de manera sombría. Los visitantes pueden andar por una 'calle' llena de bollardos, viejas bicicletas, pequeños pasillos, por los cuales pueden andar y ver a las mujeres en los escaparates.

Los modelos de las prostitutas están basados en los cuerpos de las amigas de Kienholzes en Berlín, donde esta gigantesca obra fue creada y concebida.