Una escena de la representación de 'Utopía', que Leo Bassi presentó ayer en el escenario del centro cultural de Can Ventosa. | Irene G.Ruiz

Que Leo Bassi es un personaje querido y admirado en Eivissa, se comprobó ayer de nuevo con el lleno que mostró el centro cultural de Can Ventosa para asistir a la representación de su última obra, Utopía; todo un alegato crítico y sarcástico contra el conformismo social y el aburguesamiento de las ideologías de izquierdas. Montaje que intentó presentar hace un año en el Magiclown de Sant Josep, pero que tuvo que suspender una vez empezado por culpa de una gran tormenta. Precisamente, el payaso ilustrado, filósofo y provocador ironizó ayer sobre la presentación de la obra en un escenario de adjetivo 'ventoso', cuando fue el viento quien le impidió entonces representarla.
También expresó el polifacético personaje de origen italiano la satisfacción que le producía dar a conocer su Utopía en una isla que durante los años hippies supuso una verdadera utopía para los jóvenes inconformistas del mundo; utopía de la que -señaló con decepción- no queda ninguna huella en la Eivissa actual.
La idea de montar Utopía le vino a Leo Bassi a raíz del intento de la extrema derecha de poner en 2006 una bomba junto a su camerino del Teatro Alfil de Madrid por su obra La Revelación, en la que buscaba «defender los principios de una sociedad laica, en un espectáculo ciertamente bufonesco pero construido sobre una base teórica muy seria», aseguró el controvertido creador.
En cambio, en Utopía, su motivación ha sido la de «castigar, a la manera de los bufones, a mis antiguos compañeros ideológicos por su falta de pasión, recordándoles de dónde venimos políticamente y la importancia de defender nuestra tradición humanista frente a una derecha en auge», aseguró.