B02. BARCELONA, 03/06/2010.- Charlote y Barbara Wolman, viuda e hija de Gil J Wolman, posan ante algunas de las 250 obras de su esposo, uno de los artistas más enigmáticos, libres y discretos del siglo XX y actor esencial en la transformación de las artes en la segunda mitad del siglo XX, que se exhiben desde hoy en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona ( MACBA ), en la primera exposición que se organiza de su obra en España. EFE/Toni Garriga ESPAÑA- GILJ WOLMAN | TONI GARRIGA

Unas 250 obras y documentos, algunos de ellos inéditos, de Gil J Wolman (1929-1995), uno de los artistas más enigmáticos, libres y discretos del siglo XX, pueden contemplarse desde ayer y hasta el próximo 9 de enero en el Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba), en la primera gran retrospectiva que se le dedica en España, titulada Sóc inmortal i estic viu. Uno de los dos comisarios de la exposición y director del museo, Bartomeu Marí, explicó en la presentación de la muestra que se trata de dar relevancia a un creador que desde principios de los años 50 «potenció el uso del sonido y de la voz propia como material esencial para el arte» y que cuestionó «el dominio de la imagen».

Considerado un actor esencial en la transformación de las artes en la segunda mitad del siglo XX, Wolman fue el inventor de la megapneumia, unos poemas de aliento y sonido puro que eructaba en recitales míticos de París, como rememoró su viuda, Charlotte, quien los ha relacionado con las letras de los actuales cantantes de «rap» o con los poetas de la calle. Una de las primeras obras que se pueden ver en la muestra es su «escultura sonora», como la denominó Marí, titulada L'Anticoncept, una película del año 1951, de una hora de duración, en la que la imagen ha desaparecido y sólo queda un rayo de luz, proyectado en un globo de helio a modo de pantalla. De fondo, se va escuchando una banda sonora, con poesías, breves reflexiones y textos sincopados, falsamente cantados. La filmación fue prohibida por la censura francesa al entender que era «un objeto nocivo para la salud»; y en el Festival de Cine de Cannes de 1951 sólo se permitió la entrada a la prensa.

Provocador y original

El segundo comisario de la exposición, Frédéric Acquaviva, recordó que en 1990 se volvió a proyectar en Nueva York y Wolman quiso filmar al público mientras se exhibía. La nueva película, que también se puede ver en el Macba, enseña «al público como va dejando la sala, porque no aguanta una película sólo de sonido», apuntó Acquaviva.

En otra de las salas del museo barcelonés se presenta una extensa producción de las obras de Wolman enmarcadas en el denominado movimiento artístico e intelectual del «letrismo», al que se adhirió cuando era muy joven, con apenas 20 años. Las letras, como símbolos y sonidos no interpretados, son los protagonistas de las piezas de esta etapa, de principios de los 50.

Posteriormente, en 1952 Wolman participó en la creación de la Internacional Letrista, junto con Guy Debord, postulando la «revolución letrista» en ámbitos como la política o la vida social. Pocos años después, y por motivos todavía hoy no explicados, Debord expulsó a su cómplice Wolman del movimiento.

El recorrido de la amplia retrospectiva que le dedica el Macba se detiene, asimismo, en las numerosas composiciones que Wolman realizó del denominado art scotch, consistente en arrancar tiras de papel impreso y adherirlas con pegamento sobre madera o tela.

La exposición Soc inmortal i estic viu, que tras su paso por Barcelona podrá verse en la Fundaçao de Serrlaves-Museo de Arte Contemporáneo de Porto (Portugal), acaba con los trabajos relacionados con el movimiento «separatista», que creó en 1977 y del que sólo él formaba parte, buscando la sencillez, y presentando objetos partidos en dos, como L'arbre separé.