La editorial valenciana Versos y Trazos acaba de publicar Sinsonte, un viaje visual onírico y delirante a través de la historia humana, una novela gráfica en la que se encuentran referentes de todos los universos. Su autor, un ilustrador ibicenco seleccionado para la exposición del gremio de ilustradores catalán en la Feria del Libro de Fráncfort, cuenta en la obra una historia con un protagonista que, al igual que el ave nativa de América del Norte del mismo nombre, adopta el nombre de un raro pájaro capaz de emular el canto de otras aves olvidando el suyo propio.

«Es un alegato combativo, una fábula arrojadiza del individuo del siglo XXI», valoró ayer la editorial sobre este relato visual, que recurre a la mitología grecolatina, la religión judeocristiana, los cuentos populares, las leyendas y las fábulas, pretende ser una narración onírica repleta de significados, una búsqueda por aportar algo de lógica a la existencia y la realidad que nos envuelve. Visionando sus imágenes, sobrevuelan por el espectador los últimos instantes de Sócrates, el aliento de Ovidio, el animalario mitológico de la Grecia clásica, la imaginación de los hermanos Grimm, la nostalgia de Andersen, el martillo implacable de Nietzsche, el ensueño de Freud e incluso la magia de Saint-Exupéry.

Las escasas notas a pie de página del libro son, según David Iñiguez, encargado de la introducción, un recurso al que el lector podrá acudir «en caso de naufragio, como si se tratara de una tabla flotante de los restos de otro naufragio». Dentro del aparente «juego», se invita a que quien lo lea busque por sí mismo el significado «de aquellos elementos que no aparecen identificados en el relato», surgidos, según Iñiguez, de la «mente (retorcida) del autor».