Óscar Mariné presenta por primera vez una exposición en Eivissa.

JULIO HERRANZ

Hasta el próximo 1 de septiembre la galería ABA Art del Ibiza Gran Hotel acogerá la primera exposición en la isla del polifacético y reconocido creador madrileño Óscar Marine. Responsable de la revista Madrid me mata, y artista referente de la Movida madrileña, donde se fraguó su perfil de diseñador todo terreno. Su visión global de la comunicación, le ha llevado a implicarse en música, cine, pintura y grafismo. Precisamente, su mejor tarjeta de presentación es el cartel que hizo para la película de Almodóvar Todo sobre mi madre.

-¿Por qué no ha venido a la inauguración de la exposición?

-Por el trabajo; tengo un estudio de diseño gráfico, que es básicamente de lo que vivo. Es una profesión que de repente tiene alertas y peculiaridades. La parte más personal es algo que hago a remolque, cuando puedo.

-¿Qué es lo que presenta?

-Parte de las pinturas de la serie Days of Glory y algunas cosas nuevas, pero dentro de la misma idea. La sala está bien, pero es pequeña, así que también hay cosas en una carpeta.

-¿Tiene el conjunto algún tipo de unidad conceptual?

-Es una pintura muy íntima. Básicamente, pinto gente joven, con mucha energía y mirando al futuro. Un tipo de trabajo que a veces mezclo de cara a la tipografía. A menudo, utilizo mi propias pinturas en una instalación, jugando con las piezas.

-¿Es la primera vez que expone en Eivissa?

-Sí, pero hay una gran parte de este trabajo que está inspirado en la isla, a donde he ido muchísimo desde hace años. La conozco bien, voy y vuelvo; así que, por supuesto, enseguida que pueda iré a ver la exposición.

-¿Qué isla le interesa más, la festiva o la más tranquila?

-Me gusta la isla en general, como me gusta todo el archipiélago balear; la gente, el sitio... Me parece un lugar muy mágico y de antiquísima historia.

-¿Está trabajando en algún proyecto artístico nuevo?

-Sí, estoy pintando grandes formatos, y mucha tipografía. Una cosa con mucha figuración. También voy a hacer una especie de cerámica, con ilustraciones y tipografía. Son trabajos muy cercanos a la exposición, que es lo que más me interesa ahora mismo. Obras que llevan horas y horas, por etapas; lo que me resulta apasionante.

-¿Le siguen interesando los grandes espacios?

-Pues sí, mi trabajo está muy relacionado con ellos, y a menudo los he hecho sobre muros inmensos. En la época en que vivía en Nueva York, toda la campaña del vodka Absolut se hacía en las medianas de los grandes edificio, con estructuras inmensas. Me gusta mucho cómo se compensa ese tipo de labor con el diseño gráfico. Para mí son especies de vasos comunicantes. A menudo, parte de la creación artística la utilizo en mi trabajo gráfico.

-¿Le resulta estimulante trabajar en equipo?

-Tengo un estudio con un montón de gente maravillosa, unos 14 en estos momentos. Precisamente, una de las cosas que más me interesa del diseño gráfico es poder trabajar en artes aplicadas y en equipo. De hecho, acabo de hacer unas exposiciones sobre El Greco en México y en Bruselas, reinterpretando su pintura; dando una imagen del pintor cretense que no se conocía. Y son trabajos en los que ha intervenido mucha gente.

-Todo un desafío, desde luego. ¿Cómo ha sido el resultado?

-El Greco que les he presentado es el pintor más moderno que han visto nunca en México; lejos de la idea sombría y oscura que representa su obra expuesta en Toledo. Es una interpretación totalmente diferente a como se cuelga normalmente a este artista. Y lo hemos hecho en el mejor museo de México y en el mejor museo de Bruselas.