Rosa Maria Rossell, ayer durante su conferencia en Sa Nostra. | Marco Torres

La sala Sa Nostra acogió ayer la tercera conferencia del Curs Eivissenc de Cultura, a cargo de la teniente de alcalde responsable de Patrimoni del Ayuntamiento de Tarragona, Rosa Maria Rossell, quien habló del Desè aniversari de la declaració del conjunto de Tarraco Patrimoni Mundial per la Unesco. Hoy (20,00 horas) será el turno de Víctor Salinas, de Icomos, que charlará sobre El Patrimoni Mundial a l'Estat Espanyol, llums i ombres. Algunes reflexions sobre el cas d'Eivissa i Formentera.

En su exposición, Rossell hizo un repaso, ayudada por un power point de imágenes, «del trabajo que se ha hecho en este tiempo, sobre todo en los últimos cinco años, para poner en valor lo que tenemos declarado y lo que aún no», añadiendo que entre las nuevas excavaciones, «el último gran descubrimiento, debajo de la Catedral, ha sido los vestigios del famoso templo de Augusto».

La Unesco reconoció como Patrimonio en 2000, un año después que la candidatura de Eivissa, el conjunto arqueológico de Tarraco, que incluye Tarragona ciudad y la poblaciones de Roda de Barà, Altafuia y Constantí. «Tarragona es una ciudad que ha crecido por capas, sobre todo en la parte vieja, por lo que es complicado para los arqueólogos decidir cuándo proceder a un desmontaje medieval para que salga la parte romana».

Rossell señaló que el Ayuntamiento de Tarragona «ha hecho un trabajo pedagógico importante» para vencer la resistencia de algún sector a las excavaciones. «Así, sobre todo la gente de los restaurantes y comercios, se está dando cuenta de que conservar el pasado les está dando beneficios al revalorizar sus negocios».