La sala de cultura de Sa Nostra acogió ayer la última conferencia del Curs Eivissenc de Cultura: El Patrimoni Mundial a l'Estat Espanyol, llums i ombres. Algunes reflexions sobre el cas d'Eivissa i Formentera, por Víctor Fernández Salinas, de Icomos. Curso organizado por el Institut Eivissenc de Cultura que se cierra hoy con una mesa redonda sobre los diez años de Eivissa Patrimoni, el tema de esta 36ª edición.

En su exposición, Fernández habló sobre el patrimonio en España para centrarse a continuación en el caso de Eivissa, «que conozco directamente», apuntó, refiriéndose a sa Caleta, el pavimentado de Dalt Vila, sus fachadas y techumbres, Can Botino o cuestiones relacionadas con pleitos de urbanización, como el caso del paseo Vara de Rey.

Y, desde luego, no pasó por alto el polémico tema de la ampliación del puerto, «que es el que tiene una influencia más importante», precisó, añadiendo que la iniciativa «no apuntaba una necesidad urgente de hacer esta inversión millonaria»; mostrándose crítico con las consecuencias que puede tener para el estilo y la personalidad de Eivissa. «La cuestión de fondo es definir el modelo turístico que se quiere; que se diga cuál es el papel del patrimonio, cuál es la capacidad de carga de la isla y, si se sabe, el número de turistas que podemos acoger sin que signifique una merma para el ambiente y la cultura local. Y en función de esto, tomar las decisiones», precisó.

Por último, Fernández señaló que «al final, lo que digamos en Icomos son opiniones, pues lo importante es que se dé cuenta la gente de Eivissa, que son los que realmente van a sufrir o disfrutar está vuelta de tuerca del modelo turístico. Eivissa está en un momento clave de definir su futuro, que está en un modelo territorial que sea realmente sostenible, más allá de las palabras de los políticos», concluyó.