Presentación de la exposición de Manolo Valdés, ayer en la sala Sa Nostra. | Marco Torres

La sala de cultura de Sa Nostra acogerá a las 19,00 horas de hoy jueves la inauguración de una exposición antológica de Manolo Valdés titulada L'arxipèlag de la memòria, que estará abierta al público hasta el 31 de enero. La muestra itinerante llega a Eivissa tras estar unos dos meses en el Centre Cultural Sa Nostra de Palma, donde ha tenido un gran éxito, y antes de visitar Menorca. «Es una gran oportunidad tener en Eivissa una retrospectiva de uno de los artistas españoles más significativos hoy en el mundo, este escultor y pintor valenciano, que vive a caballo entre Nueva York y Madrid desde hace veinte años», apuntó ayer en la presentación el presidente de la entidad bancaria, Fernando Alzamora.

Entre otros representantes de Sa Nostra, la presentación de la muestra propiamente dicha corrió a cargo de su comisaria, Violante Porcel, hija del reconocido y malogrado escritor mallorquín, quien disculpó la ausencia de Manolo Valdés en Eivissa «por un compromiso laboral», precisó, añadiendo que el título de la muestra alude «a uno de sus temores de siempre, la pérdida de la memoria; pues dice que es el ancla que le arrastra a una búsqueda creativa constante».

Equipo Crónica

La comisaria explicó que la muestra «abarca toda su trayectoria en solitario tras dejar en 1982 el Equipo Crónica. Con una representación, más pequeña que en Palma por una cuestión de espacio, de todas las disciplinas en la que trabaja: dibujo, grabado, pintura y escultura. Evidenciándose cómo se alimentan las unas a las otras; de forma que podríamos decir que unas no se entienden sin las otras». Dentro del campo de la memoria, que en el caso de Manolo Valdés tiene dos partes diferenciadas: «El archivo de la historia de arte, de la que hay aquí varias obras del tema; y la otra es el paisaje de Nueva York, donde vive seis meses al año», precisó Violante Porcel.

En cuanto al tema de la historia del arte, la comisaria recordó que Valdés «ya lo trabajaba en el Equipo Crónica junto a Rafael Solbes. Entonces era algo que les servía de pretexto o punto de partida para hacer un comentario irónico o sarcástico sobre la Transición, vehiculando el concepto».

Sin embargo, ahora usa la historia del arte «como pretexto para una búsqueda formal, estética: la materia, la textura, el color. Es un cambio interesante que se puede apreciar bien en la muestra», subrayó la comisaria.

Miscelánea

Porcel explicó asimismo el contenido de L''arxipèlag de la memòria, destacando, entre otros, un cuadro que hace referencia a un crucificado de Zurbarán que está en el Museo del Prado; o el trabajo en torno a Las Meninas de Velázquez, que ocupa una de las salas del espacio expositivo de Sa Nostra. Esculturas y pinturas en torno sobre todo la infanta Margarita y a la Reina Mariana, «que son los dos personajes que más le interesan del cuadro. Es un tema que toca desde sus inicios, incluso ya en tiempos del Equipo Crónica», precisó.

La muestra también presenta esculturas con mariposas que vuelan en la cabeza; una naturaleza muerta en tres dimensiones, «en clara referencia al barroco; una pieza muy importante». Así como referencias a las vanguardias históricas, como dos grandes cuadros inspirados en trabajos de Matisse, artista que Valdés aprecia particularmente; una lectura particular de un cuadro de Picasso sobre su esposa Jacqueline; esculturas que recuerdan trabajos de Brancusi y de Giacometti, más una muestra de sus dibujos, «reunidos en conjunto como si fueran pinturas de gabinete. Son esbozos, puntos de partida en los que se ve muy bien la búsqueda formal que Manolo Valdés realiza», concluyó la comisaria.