El cantaor Enrique Morente falleció ayer en Madrid a los 67 años de edad, tras las complicaciones surgidas a raíz de la operación de úlcera a la que fue sometido el pasado día 4 y que le mantenían desde ayer en estado de muerte cerebral, según informaron fuentes de la SGAE, en cuya sede se instalará hoy la capilla ardiente. La familia ha denunciado a la clínica La Luz por negligencia.
Morente, que hubiera cumplido el 25 de este mes 68 años, fue operado el 4 de diciembre en la clínica La Luz de Madrid de una úlcera, una intervención que obligó dos días después a su traslado a la UCI del hospital, donde fue nuevamente operado el día 6. Desde ayer, el cantaor se encontraba en estado de muerte cerebral.
Un comunicado de la familia Morente difundido por la Sociedad General de Autores de España (SGAE) señala que el cantaor falleció cerca de las 17.00 horas «después de varios días de denodada lucha contra la muerte». «Enrique Morente, un creador único y una persona maravillosa, deja un enorme vacío en nuestros corazones y en el de la música, a los que se dedicó por entero y con entrega a lo largo de toda su vida», subraya la nota de la familia. Los Morente agradecen las muestras de afecto y cariño recibidas estos días y anuncian que en las próximas horas notificarán los detalles relativos al sepelio del artista.
Nacido en el barrio granadino del Albaicín, Morente fue uno de los grandes renovadores del flamenco. Su talento, inquietud y búsqueda de nuevas formas de expresión le fueron reconocidos con distinciones como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes. Casado con la bailaora Aurora Carbonell y padre de tres hijas, entre ellas la cantante Estrella Morente, el cantaor preparaba actualmente un disco titulado El barbero de Picasso, en homenaje al pintor malagueño.
Fue el primer cantaor galardonado con el Premio Nacional de Música (1994).
Mazazo
Su muerte es «un mazazo de dimensiones descomunales para el mundo del flamenco», no solo porque fuera «un genio musicalmente», sino porque deja un vacío como el que dejó el bailaor Antonio Gades, según la ministra de Cultura, Àngeles González-Sinde.
El periodista José María García aseguró ayer que la familia de Enrique Morente está «destrozada» e «indignada» tras su muerte, ya que entró al hospital para ser operado de un problema de esófago. En declaraciones a los medios en la puerta de la Clínica La Luz, subrayó que Morente era un hombre «joven» y «sólo con el tiempo se sabrá lo que ha pasado y qué es lo que ha fallado». «No se puede adelantar nada hasta que no se llegue hasta el fondo de la investigación».
La Clínica La Luz emitió ayer por la tarde su primer comunicado sobre el estado de Enrique Morente, ingresado allí desde el pasado día 2, en el que certificó que el corazón del cantaor «dejó de latir» a las 16:40 horas y aclaró que no había informado hasta ese momento por respeto «al secreto profesional».
Ayer por la noche se supo que la familia de Enrique Morente ha solicitado la autopsia del cantaor tras haber presentado una denuncia judicial por una presunta negligencia médica, según fuentes familiares. Esta denuncia se presentó «hace varios días», aunque la familia reconoce que guardó silencio por «el miedo lógico» al estar todavía el enfermo ingresado en el centro médico. La policía se personó entonces en la clínica, donde tomó datos y pidió informes, poniéndose en marcha una serie de medidas cautelares, han añadido las fuentes. «Fue una salida lógica a tanta cautela y desinformación por parte de la clínica», que tardó siete días en dar noticias por escrito del estado de Morente.
Por otra parte, el Cuerpo Nacional de Policía está investigando el robo registrado en la madrugada de ayer en la casa del cantaor en el barrio granadino del Albaicín. En una inspección ocular detectó las puertas forzadas, una habitación revuelta y más tarde recuperó el coche, que había sido sustraído del garaje.