Manuel Ramon Mas al frente de un concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica el pasado mes de diciembre en Can Ventosa. | Marco Torres

Para Manuel Ramon Mas, director del Patronat de Música d'Eivissa i Formentera en los veinte años de vida de esta institución, el balance de su trayectoria no podría ser mejor, a pesar de que tuvo que aparcar su carrera de clarinetista. Desde su papel de director ha visto cómo ha crecido la afición a la música en las Pitiüses y el Patronat ha servido como lugar de origen de muchas agrupaciones, como la Eivissa Big Band, que continúa en activo.
De sus comienzos en la primera sede, situada en la Avinguda Espanya, recuerda que empezaron con tan sólo dos profesores. «Hoy en día tenemos veinte», asegura orgulloso. «Empezamos con 30 alumnos y hoy tenemos 200. Empezamos sin nada y, hoy, el Patronat ha creado su Banda Sinfónica, su Orquesta Sinfónica y tenemos a la Coral Ciutat d'Eivissa». En sus comienzos, contó con el apoyo de Gilberto Tur y Juan Antonio Torres, entre otros, que le ayudaron a impulsar un proyecto que tuvo en mente desde que llegó a Eivissa por primera vez, para cursar el servicio militar, y que pudo ver la luz en 1990, siete años después de la desaparición de la antigua Banda Municipal.

Grupos y enseñanza
«El Patronat se creó para hacer agrupaciones musicales y para la enseñanza. Nosotros preparamos a la gente que quiere pasar a nutrir los grupos que se forman», comenta Ramon. Ese fue el espíritu con el que nació el Patronat y lo que más llenó de ilusión a su director desde el principio. «Fueron unos comienzos muy bonitos y creo que una de las cosas que más me atrajo para venir a Eivissa fue el hecho de que todo estaba por hacer y tenía mucho margen para crear. Fue un reto enorme para mí y le puse toda la ilusión», asegura emocionado al recordar que tuvo que dejar atrás a su familia, que entonces residía en Zaragoza, y a varias agrupaciones musicales a las que dirigía en esa ciudad. «Fue mi amor por Ibiza lo que me ayudó a superar esa separación inicial y el tiempo ha demostrado que todo el sacrificio valió la pena», manifiesta Ramon, para quien la vida de esta institución está más que asegurada.
Para él, el secreto de que la institución siga más viva que nunca es la combinación de dos factores, «vocación e ilusión». «Lo esencial para que un niño que empieza con seis años no abandone la música hasta que tiene que marcharse a estudiar fuera con 18, es que aprenda música en un ambiente familiar y en el que se siente a gusto». Reconoce que así ha sido siempre y así continuará.
Con la mente continuamente pensando en nuevos retos, Ramon asegura que en 2011 y durante las celebraciones de este aniversario el 15 de mayo se producirá un hecho histórico. «Traeremos a una directora invitada y será la primera vez que a la Orquesta Sinfónica la dirija una mujer», anuncia.

«Necesitamos más espacio»
«El Patronat ha sido, sin duda, el mayor impulsor de la afición a la música en Eivissa», según el director. Lo único que le pide al futuro es una mejora de las instalaciones, poder impartir danza y clases para niños a partir de cuatro años. «Hace tiempo que Can Ventosa se nos ha quedado pequeño. De esto son consciente las autoridades», y añade: «La intención y el deseo es que podamos ver una ampliación y nos traslademos a Eivissa Centre junto al nuevo auditorio que está proyectado». Otro de sus deseos de futuro es que «algún día los ibicencos tendrán la suerte de que podamos acoger a más alumnos y dar más servicio, ya que mejor es difícil».