una imagen de archivo de una representación de una 'rondalla' de Joan Castelló durante las fiestas de Sant Antoni. | Redacción Cultura

Joan Castelló nació en el número 12 de la actual plaza de la Constitució el 15 de marzo 1911. El folclorista, destaca principalmente por su tarea de recopilar rondalles de las Pitiüses, un trabajo que tan sólo habían iniciado antes que él de manera tímida algunos autores como Alcover, Hans Jacob 'Noeggerath' o Isidor Macabich. Sin embargo, Castelló consiguió reunir alrededor de ciento veinte rondalles en Rondaies eivissenques, publicada en 1953 y que editó el propio Castelló para evitar problemas con la censura de la época.
Es por este trabajo de investigación por lo que la biblioteca de Can Ventosa ha organizado un ciclo de actuaciones teatrales que se llevarán a cabo en los próximos meses y con el que se pretende reconocer su labor para conservar la cultura popular pitiusa.
Vinculado desde muy joven al mundo editorial, empezó vendiendo periódicos a los diez años y ejerció de cajista durante varios años en la imprenta de El resumen de la Voz de Ibiza. Debido a un proceso judicial que un juez militar de Palma le abrió, tuvo que trasladarse a vivir a esa ciudad en 1932, aunque nunca llegó a ser juzgado.
En el almanaque El Pitiús, que Castelló editó de manera ininterrumpida hasta 1974, se encargaba de recopilar las rondalles, reunir canciones ibicencas, buscaba notas históricas, apuntes costumbristas, recetas de cocina, poesías de diversos autores o notas sobre el fútbol ibicenco, etc.

Visionario
Castelló comprendió que una manera de dar a conocer las Pitiüses a la gente de fuera era mediante la edición de una guía turística de Eivissa que vio la luz en 1945 y que posteriormente publicó una edición de Formentera y titulada Villa de San Antonio Abad (Ibiza).
La primera vez que entró en contacto con los espíritus familiares ibicencos; los barrugets, el follet y el fameliar, fue a través de un monográfico titulado Supersticiones ibicencas, publicado dentro de la colección Panorama Balear en 1952
En 1969 pasó a ser el presidente de la Casa d'Eivissa a Palma, una asociación creada por ibicencos y residentes en Mallorca.
Como folclorista, Castelló destacó por su trabajo de recopilación de rondalles de las Pitiüses, que publicó en un total de siete volúmenes.
Bon Profit! El libro de la cocina ibicenca, publicado en 1967, recogía 269 recetas, aparte de las que ya había publicado en El Pitiús.
En otoño de 1978, Castelló sufrió una embolia y murió en Palma en 1984. Entre sus papeles se encontraron tres obras inéditas, casi acabadas: Rondaies de barrugets, fameliars i follets, Salut! libro de medicina y remedios de ibiza y Supersticiones y creencias.