Las piezas están acompañadas de algunos carteles explicativos

La artista Olga López inaugura las exposiciones del Centre Gabrielet con su muestra Arte textil en el que presenta muy variadas obras textiles utilizando técnicas distintas pero especialmente utilizando viejos telares. La muestra agrupa tapices, cuadros, manteles o alfombras de formatos muy dispares, texturas en algunos casos casi desconcertantes y coloridos muy variados. A través de pequeños carteles que coloca junto a los dos grandes telares que ocupan la parte central de la exposición, Olga López explica sucintamente que «la función principal de un telar es mantener los hilos de la urdimbre bien tensados y ordenados para facilitar el paso de la trama».
Asimismo junto a algunas de las obras que sorprenden por su textura un cartel explica que «fieltrar la lana es un proceso natural en el que se unen las fibras entre sí de forma irreversible obteniendo una tela compacta no tejida». En este caso la fibra de la lana tiene una estructura de escamas parecida al tronco de una palmera. El inicio de esta técnica es difícil de precisar, aunque a principios del siglo XX se encontraron en unas cámaras funerarias, dos alfombras de fieltro en buen estado de conservación que databan de los siglos VII y II antes de Cristo y que procedían de Altai en Siberia.
Como explica la artista tejer «es relacionar hilaturas para obtener una determinada consistencia, y por tanto tejer es la manera de manipular la relación de hilaturas». En la muestra están presente dos telares de los que la artista utiliza para sus obras y entre las expuestas está, según explicaba el primer gran tapiz que hizo; la peculiaridad de los telares es que están dotados de un juego mecánico articulado a través de pedales que permiten una extensa variación de maneras entramar el tejido a partir de dos ejecuciones básicas, el tafetán y la sarga.