La música, la literatura o el cine influencian profundamente la obra de Sergio Sáez, que inaugura hoy a las 20 horas su última exposición en el hotel es Cucons de Santa Agnés. La exhibición está compuesta por 12 óleos y 8 obras sobre papel hecho a mano.
El artista bilbaíno afincado en Eivissa utiliza óleo sobre lienzo y papel para plasmar sus creaciones abstractas, que a veces transcurren por un territorio ligeramente figurativo sin llegar al realismo. Todo es abstracto, a veces una figuración abstracta, nunca realista. «Me gusta mucho que se note el paso del tiempo en las cosas», asegura Sáez, que añade: «En mi pintura son frecuentes las grietas o las roturas y ninguna es casualidad».
Disolventes o metanol son materiales con los que trabaja a menudo el artista. «En bellas artes está prohibido mezclar agua y aceite, pero yo lo hago en todas mis obras para que se rompa la pintura, para que no tenga un secado tradicional. Proceso incontrolado que hace muy atractivo que no domines una obra hasta el final», subraya.
Para el creador, el proceso debe ser complicado, atractivo e indomable. «Me encanta visitar ciudades como Florencia, Venecia, Toledo, Àvila o París donde las fachadas están rotas, con chorretones y eso me emociona», relata haciendo hincapié en su pasión por la historia: «No me gustan las cosas 'de plástico', nuevas».
En esta exposición predominan los colores alegres y el movimiento, «desprende una energía muy posiva a pesar de que cuando la cree no estaba en uno de mis mejores momentos», según el pintor.
Respuestas
Sergio Sáez trabaja a diario en su estudio durante aproximadamente ocho horas. Allí, con una música de fondo altísima, investiga y experimenta en la búsqueda continua de nuevas técnicas.
«Todo este trabajo surgió, casi como una respuesta compulsiva, ante tanta atmósfera gris y depresiva, por eso la exposición es tan alegre y positiva», confiesa el autor que no duda en incluir en su obra lenguajes que, a priori, son ajenos a la pintura. En este sentido, Sáez comenta: «Los escritores pintan, pero los pintores también cuentan historias. Yo cuento historias con mis cuadros». En este caso concreto, el artista relata una historia de amor y música.
Sáez detesta los estereotipos. Su disciplina de trabajo, lejos de parecerse a la leyenda romántica del artista maldito refleja el compromiso que tiene con su obra pictórica, que en los próximos meses presentará en Hamburgo y Bilbao. Además, su trabajo fotográfico se expondrá próximamente en Inglaterra.