Tres años después de su fallecimiento, el artista milanés Franco Monti, a través de su obra, regresa a la isla en la que residió desde los años ochenta hasta su muerte, ocurrida en la Isla en enero de 2008. En esta ocasión, será el Espai Micus el que dedique su espacio al escultor nacido en Milán en 1931 con una selección de sus trabajos. La inauguración de esta muestra tendrá lugar el próximo sábado día 23 de abril de 17,00 a 21,00 horas y las piezas permanecerán en las salas hasta el 4 de julio. El Espai Micus (ctra. Eivissa a Cala Llonga km. 3) está abierto los domingos de 11,00 a 14,00 horas o bien mediante cita telefónica (971 191 923).
Franco Monti inició su relación con el arte a través del coleccionismo y fijándose en artistas como Rouault o Picasso, aunque decantándose finalmente por la escultura egipcia, sumeria y, sobre todo, africana. Su pasión por el arte africano («en él conviven abstracción y naturalismo», explicaba) le llevó durante treinta años a dicho continente. Fue en los años cincuenta cuando comenzó a moldear y esculpir piedra, experimentando a continuación con la madera o el hierro.
Pero no fue hasta los años ochenta y su llegada a Eivissa cuando se reencontró con la escultura, exponiendo su propia obra, que tal y como él mismo reconoció, estaba fuertemente influenciada por lo africano.
En el año 2005, J. F. Yvars publicó el libro Estelas de color, en el que se presentaba la producción ibicenca de Monti.
l La llegada a Eivissa de Franco Monti supuso el inicio de su trayectoria individual como artista, exponiendo su propia obra