El organista Pere Miquel Reynés Florit, en la iglesia de Sant Josep hace un año, cuando visitó la Isla para ofrecer un concierto.

Hacen falta aproximadamente dos años de trabajo constante para construir un órgano como el que se instalará a finales del año que viene en la iglesia de Puig de Missa. Y a pesar de que tener este instrumento en una parroquia es un auténtico privilegio, no exento de un esfuerzo económico titánico, Santa Eulària han impulsado la idea de apadrinar cada uno de los 1.200 tubos que formarán la nueva joya del templo. Las donaciones económicas, de un mínimo de 50 euros, pueden realizarse a través de una cuenta bancaria que ha habilitado la parroquia. El órgano tendrá dos teclados, un pedal y aproximadamente 16 registros, lo que lo convertirá en uno de los mejores de Balears.
Además, la pieza se ajustará al coro, sin tapar el ventanal situado en el primer piso y que consituye una de las principales fuentes de luz natural del templo. «Es un instrumento singular y hecho a medida. No es un instrumento standard en absoluto», sentenciaba ayer el organero mallorquín Pere Miquel Reynés Florit, que estos días se encarga desde su taller situado en el municipio de Campanet de que el órgano del Puig de Missa sea una realidad.
El dibujo definitivo no está todavía decidido pero Reynés calcula que toda la estructura medirá aproximadamente cinco metros de altura y su peso no llegará a alcanzar los 3.000 kilos.
Sonido personal
Una de las particularidades de este órgano es la transmisión mecánica. «Cuando el organista pulsa la tecla, lo que hace disparar la válvula y abre el paso del aire no se hace mediante un electroimán o un cable eléctrico, sino que se hace mecánicamente», explicaba ayer Reynés, que añadía: «El sonido es más personal y el que interpreta una pieza puede hacerlo a su gusto». El mallorquín lo comparaba a la apertura automática de una puerta. «En ese caso se abre igual para todos, sin embargo, si se hace a mano unos abrirán más rápido, otros más lento, otros pegarán un portazo, otros no. Un órgano mecánico es mucho más artístico y el intérprete puede lucirse y crear más».
En lo que a tamaño, capacidad y sonoridad del Puig de Missa se refiere, los estudios realizados por el propio Reynés arrojan un balance positivo: «No tiene mala acústica y no debería presentar dificultades. No obstante, cuando instalemos el órgano tendremos que armonizarlo». Este proceso consiste en sonorizar cada tubo decidir la intensidad y la calidad del sonido, adaptándose así al espacio donde se encuentra el instrumento.
El propio Reynés será el encargado de mantener la afinación del órgano, sobre todo de cara a los conciertos. «Algunos registros desafinan más el piano que otros. Como todos los instrumentos, un órgano se desafina pero es importante que se mantenga en unas condiciones de temperatura constantes», explicaba ayer el mallorquín que añadía: «A mayor temperatura, la velocidad del sonido es más rápido».
El fabricante sostiene que la iniciativa de apadrinar un tubo permitirá «concienciar a todo el pueblo de que el órgano es de todos y no sólo pertenece al cura o a la iglesia». Su fabricación seguirá los mismos patrones que los instrumentos históricos que se construían en el siglo XVII en Europa. Su durabilidad está asegurada y, según Reynés, «supondrá un bello legado para el pueblo de Santa Eulària».

«Más que un instrumento, esto es toda una joya»
Como todo organero, Pere Miquel Reynés Florit, se muestra un tanto receloso a la hora de dejar un instrumento tan valioso como el que él fabrica en manos de cualquiera. «Existen varios buenos organistas profesionales en Balears pero no me gusta que lo toque cualquiera. Por ejemplo, una persona que ha estudiado piano requiere un conocimiento de las particularidades técnicas de este instrumento, porque son completamente distintos», relata.
«Un concierto de órgano es algo muy espectacular; más que un instrumento, esto es toda una joya y sería conveniente que, en cada concierto, se instalara una pantalla para que todos los asistentes pudieran ver como el músico toca con las manos y con los pies», sugiere..