Carlos Cabrera en una imagen de los años 70. | UH

«El loco del callao es un personaje que, por añorar la tierra, ve y siente la comida de colores». Así definía ayer el compositor peruano, Carlos Cabrera, al personaje que da título a su primer disco, que verá la luz en los próximos meses y en el que abundan ritmos típicos de la zona costera del país andino.
El disco del músico afincado en Eivissa, que ya está disponible a través de la tienda digital de la SGAE, incluye catorce temas, que se han grabado en el estudio Los amigos de la capital peruana. En él han participado los músicos de la prestigiosa cantautora de música afroperuana, Susana Baca. Para Cabrera es fundamental dar a conocer lo heterogéneo de la música tradicional peruana, que se diferencia claramente en tres regiones. «De los Andes es la música folklórica, después está la amplia zona de la selva del Amazonas y, en la zona costera la mayoría de música que se hace es afroperuana, con percusión», relataba ayer el músico, que para este trabajo ha usado guitarra, contrabajo o celo, cajón y voz, que le otorga un sonido acústico y natural.
Popularidad
Según Cabrera, la razón por la que la música peruana no goza de mayor repercusión en España es por su patrón rítmico, que es distinto al de otros países como Brasil, Cuba y México. Las letras de sus canciones, como el de La luna amarilla son de temática paisajística, otros suponen una alegoría sobre algunas ciudades españolas, como Sevilla y en El loco del callao también hay sitio para poemas y canciones que tratan temas de actualidad, ecología y la realidad social del país natal de Carlos Cabrera.
El cantautor aprovecha sus viajes anuales a Perú para grabar las canciones, que permanecían latentes en su cajón creativo y que ahora ha decidido reunir en un CD que contiene catorce temas. Entre ellos, Cabrera ha incluido el tema La Piraña, parte de una cantata ecologista que compuso en los años 70 y que llegó a presentar en casas de cultura y universidades Francia, Alemania y Suiza.

Tras el estrellato
El peruano Carlos Cabrera (poeta, escritor y músico) decidió instalarse en Eivissa hace 35 años. Tras una exitosa carrera en Buenos Aires, a donde se trasladó para estudiar medicina, como miembro fundado del grupo estudiantil Wawanc, del que salieron temas tan conocidos como 'La banda borracha', 'El orangután' o 'No te vayas, corazón', que posteriormente popularizaron en España artistas de la talla de Julio Iglesias o Raphael. Junto a su grupo compartió escenario con artistas como Mina Aznavour, Paul Anka, Johnny Halliday, Silvie Vartan, Gilbert Becaud. «Yo tenía ganas de hacer cosas diferentes», asegura Cabrera, que abandonó la formación en 1970 tras haber grabado más de una treintena de LPs y haber cosechado una decena de discos de oro.
Posteriormente, en el año 1975 recorrió varios puntos de la Península con el quinteto Macondo, que más tarde se convirtió en un trío. Con ellos también recaló en las Pitiüses y fue aquí donde decidió echar raíces.