El artista toledano, ayer, en la galería Oikoumene de la Marina.

El pintor Eugenio Fernández (Toledo, 1948) presenta estos días en la galería Oikoumene, situada en el Carrer d'enmig, 11, de Vila, una colección de 20 lienzos en los que combina espátula y óleo para conseguir un efecto realista en cada una de sus obras. Sus cuadros permanecerán en este espacio expositivo hasta el día 13 de julio.
El motivo principal de sus cuadros son los bodegones, un género que le apasiona y al que Fernández ha conseguido dotar de su propio estilo. «Su pintura es realista, minuciosa y trabajada al mínimo detalle», aseguran los responsables de la galería. El artista juega con las texturas y las transparencias con una maestría exquisita, dotando a los elementos de una cuidada composición.
Además, en esta exposición se recogen cinco cuadros realizados en las calles de Dalt Vila. Eugenio Fernández viajó a Eivissa por primera vez hace algunos años, para realizar su primera exposición en la Isla. Desde entonces quedó atrapado por la belleza de las calles de la ciudad amurallada. Otro de los motivos que abunda en su obra pictórica son los podencos ibicencos. «Me hablaron de esta raza autóctona y me decidí a pintarlos», rememoraba ayer.
En el caso de los cuadros de los canes es donde se hace más patente su deseo de congelar el tiempo en cada imagen. «Me gusta capturar momentos en mis cuadros», aseguraba el pintor, que añadía: «Algunos de ellos son como si, al coger el pincel, hubiera logrado detener el tiempo».
El toledano, que con esta ya ha realizado cuatro exposiciones en diferentes espacios de Vila, asegura que su objetivo, a medida que realiza nuevos cuadros, es «mejorar el trabajo hecho con anterioridad». Y es que, según él: «Si te conformas y no evolucionas te vuelves un 'trabajador' de la pintura».