La última producción de Paula's Ibiza, la ópera de Mozart Don Giovanni se estrenará el día 19 de septiembre en el Palau de Congressos de Santa Eulària. Estos días, su director, Armin Heinemann y todo su equipo trabajan a pleno rendimiento en la preproducción y en los ensayos con el elenco de cantantes, que se llevan a cabo en un estudio de Barcelona, de donde proceden la mayoría de artistas. Las entradas para las cuatro representaciones, que se realizarán los días 19, 21, 23 y 25 del mes que viene pueden adquirirse, hasta el día 5 de septiembre, en las oficinas de Paula's Ibiza en el edificio Brisol de Vila (Tel.: 971 31 61 91). A partir de ese mismo día, podrán adquirirse en las oficinas del Ayuntamiento de Santa Eulària. El equipo prepara desde el pasado noviembre un montaje que verá la luz en Eivissa por primera vez.

-¿En qué fase de la preproducción se encuentra el montaje?
-Estuvimos diez días ensayando en Barcelona con los cantantes y el domingo me vuelvo a marchar allí para continuar repasando. La mayoría de artistas vienen de Barcelona y es más fácil prepararlo allí, en el estudio Atempo, en el barrio de Les Corts.

-¿Quiénes forman el reparto de 'Don Giovanni'?
-Muchos de los intérpretes ya han participado en otras producciones. El protagonista, que interpreta a Don Giovanni, es un barítono de Barcelona que se llama Carlos Daza, ha cantado en el Liceo de Barcelona. Isabel Rodríguez, Jordi Casanova, Beatriz Jiménez, Pierpaulo Paloni, Marc Pujol, Lluís Martínez y la ibicenca Lucía Herranz completan el elenco. También participarán el Cor Ciutat d'Eivissa y la recién formada Orquestra de Cambra d'Eivissa, que también tocaron el año pasado en La flauta mágica. Por otro lado, vamos a contar con la participación de quince músicos del Gran Teatre del Liceu, de Barcelona.

-¿La experiencia de trabajo con muchos de ellos y la prueba de su capacidad le ha decantado a la hora de elegir el reparto?
-Por supuesto. Yo siempre soy fiel con la gente con la que he trabajado y ha habido un buen resultado. Preparar una obra con tanta gente es algo muy delicado y valoro mucho la conexión entre el equipo. En el escenario todos son artistas, tienen sus ideas y sus maneras. Eso requiere un complicado esfuerzo de coordinación. Cantar ópera supone mucha dedicación con el fin de interpretarlo todo bien.

-¿Qué tiene esta ópera de Mozart que la hace tan especial?
-Wolfgang Amadeus Mozart, de por sí, es un artista divino, en el sentido literal de la palabra. Él posee una energía universal, que refleja de una manera, tan accesible para la gente, tan perfecta y armoniosa que, cualquier persona, sea experta en ópera o no, disfruta de su trabajo.

-¿Qué versión, de las muchas que existen de esta ópera, presentará en Eivissa?
-Esta ópera se estrenó en Praga. Un año después, tras el éxito que cosechó, se escenificó en Viena, donde tuvo que adaptarse para los cantantes. Para ello, Mozart y Lorenzo da Ponte, el autor del libreto, añadieron cosas a la versión original. Nosotros hemos elegido la primera, la estrenada en Praga, con toda la libertad artística y sin ninguna condición especial para los cantantes o para el teatro. Para mí, esta versión es la más auténtica, equilibrada y atractiva. Lo único es que, las partes de diálogo han sido traducidas al castellano, con el fin de acercar esta pieza a todo el mundo.

-¿Cree que la gente, tras haber montado seis óperas en Eivissa, se acostumbra poco a poco a este género musical?
-Tenemos siempre las funciones llenas. Si repiten, entiendo que a la gente le gusta. Tenemos un público muy diferente. La mitad de ellos son entendidos en ópera residentes en la Isla. El resto del público son gente que no conoce mucho la ópera o que, incluso, no ha asistido a la ópera con anterioridad y eso me llena de orgullo. Mis montajes no son para un público especializado sino que mi voluntad es hacer un montaje para la gente de Eivissa.

Unión de esfuerzos
El director Armin Heinemann ha contado en esta ocasión con la colaboración de Stuart Rudnick y de su hijo, Mortiz Heinemann, en la dirección. La escenografía ha corrido a cargo de Gerhard Höhn, Sola y el artista Victor Barrena. Muchos de ellos habían participado antes en otras producciones que el alemán ha puesto en marcha en la Isla. Ricardo Estrada ha sido el encargado de la dirección musical, una parte fundamental del montaje, que Heinemann califica de «complejo». El alemán asegura que «a veces, como director, no puedes hacer nada sin toda la gente que está a tu alrededor y, al mismo tiempo, todo debe ser controlado por ti» y añade: «Los cantantes deben ser personajes auténticos, que nunca pierdan su personalidad en el teatro».