El artista belga Gilbert Herreyns presentó ayer su última exposición, titulada El vermell, en la que el artista ha explorado en los matices cromáticos de lo que llamamos 'rojo'. La muestra se inaugura hoy, a las 20 horas en la galería Via2, y permanecerá abierta hasta el 5 de noviembre.
Tras su última muestra en este mismo espacio expositivo, hace dos años, en la que el artista trabajó en el color azul, ahora ha optado por adentrarse en una coloración más cálida. «Esta exposición es un resumen de los trabajos que realicé entre el año pasado y este», explicó ayer Herreyns. El artista, cuya obra se ha centrado desde hace diez años en el estudio de los colores primarios, tenía claro que, tras el azul, el rojo sería el siguiente tono en el que trabajaría en esta nueva etapa creativa.
Su obra, realizada entre Eivissa y el estudio que el artista posee en Formentera, refleja el espíritu pitiuso con el que el pintor, que lleva residiendo en Eivissa alrededor de 40 años, se siente profundamente identificado. «Para el artista es difícil percibir la influencia que un determinado lugar ejerce sobre su obra pero seguro que, en alguna medida, se puede notar el lugar donde fueron creados», explicaba el belga, que añadía: «Creo que cambiar de sitio, para un artista, es algo muy bueno porque le otorga un nuevo impulso creativo».
Matices
«Mi investigación sobre los colores va más allá de lo científico y se ciñe a un plano más artístico y mental», señalaba Herreyns que aducía la diferencia entre sus obras previas y las nuevas, precisamente al uso continuado de un color determinado y cuyo uso produce resultados distintos.
El artista, que se considera «un pintor de cada día», ha trabajado con numerosos pigmentos de rojo como el carmín o el bermellón, entre otros. «Los uso casi todos y no dudo en mezclarlos con blancos o negros para otorgar a mis cuadros alguna profundidad», apuntaba el pintor.
Las obras en esta ocasión presentan, en algunos casos un aspecto geométrico mientras que, en otros cuadros, pequeñas ramas y texturas de naturaleza arenosa le otorgan un aspecto más orgánico. Sin embargo, una de las novedades que más llaman la atención en esta exhibición son las miniaturas, que condensan el espíritu y el carácter de la obra de Herreyns en alrededor de 20 centímetros cuadrados.
El director de la galería, Antoni Torres Font confesó que «es muy buena señal que artistas de la talla de Gilbert Herreyns expongan aquí porque nos ayudan a cumplir nuestro objetivo de convertirnos en una gran galería», y añadió: «Su apoyo, y el de muchos otros artistas, hará que nos convirtamos en un espacio de referencia, incluso fuera de Eivissa».

Creatividad en constante evolución
La incorporación de pequeños formatos no es la única sorpresa que alberga la exposición del artista, que tenía al público acostumbrado a sus grandes formatos. En esta ocasión, Herreyns profundiza en las estructuras. «No se trata de un trabajo matemático ni puramente geométrico pero sí que aparecen direcciones, horizontal o verticales, que están presentes en todos mis cuadros», comentaba el pintor que resaltaba la libertad que adquiere la pintura al deslizarse por el lienzo. «Coloco el pincel en la parte superior del cuadro y dejo que caiga la pintura, así que las líneas de color se pintan por sí solas, sin la ayuda del pincel», relataba el artista que recordaba como, a veces, dependiendo de la textura de la pintura tiene que repetir este gesto en más de una ocasión con el fin de obtener el resultado deseado».