Manolo Fandos, segundo por la derecha, junto a la consellera de Cultura Pepita Costa.

El Centre Cultural s'Alamera acogió ayer por la tarde el cálido recibimiento de los ibicencos a la nueva exposición del artista castellonense Manolo Fandos que, tras abandonar la Isla durante muchos años, ha vuelto a fijar aquí su residencia de manera permanente. «El artista ha dedicado un año y medio a interpretar El Quijote», explicaba ayer Carles Guasch, comisario de la exposición, que añadía: «El resultado son 49 dibujos, realizados en tinta china, que están dispuestos en una secuencia de escenas que reproducen los pasajes que más le gustan al autor».
Se trata de escenas muy explícitas de la obra de Cervantes que capturan, sin embargo, el estilo del artista de Burriana. «Fandos es un viajero incansable, como El Quijote», aseguraba Guasch que hacía un símil entre el artista y el personaje literario ya que ambos, según él, «realizan un viaje a la imaginación sin límites ni fronteras».
«El mundo onírico de El Quijote está perfectamente representado por Fandos a través de sus dibujos que, no sólo gozan de una excelente calidad, sino que además constituyen una gran unidad», señalaba el comisario de la muestra que hacía hincapié en que «Fandos asegura que ha leído tres veces El Quijote, lo que le otorga un enorme conocimiento para interpretarlo».
Así, el dibujante ha tenido la oportunidad de expresar esta novela y llevarla a su terreno creativo, usando pincel fino para lograr la precisión deseada y algunas notas de color, pese a que la mayor parte de las obras son en blanco y negro.
Por otro lado, Carles Guasch destacó el enorme valor divulgativo y didáctico de la muestra con la que espera que muchos jóvenes ibicencos empiecen a interesarse por esta figura capital de la literatura española.