El Cor Ciutat d'Eivissa, una de las formaciones participantes en el concierto del 'Réquiem', durante un concierto. | Irene G.Ruiz

El italiano Giuseppe Verdi compuso la Misa de Réquiem en 1874. A veces conocida simplemente como Réquiem, esta composición para coro, voces solistas y orquesta llenará, literalmente, el escenario de Can Ventosa el próximo sábado 22 de octubre, a las 20,30 horas, en la primera ocasión que se represente en Eivissa.
Para la puesta en escena de esta titánica composición se trasladará a Eivissa el coro Capella Mallorquina. Junto a los miembros de la Banda Simfònica y del Cor Ciutat d'Eivissa serán aproximadamente 250 músicos sobre el escenario. «Vienen cien cantantes, vienen los cuatro solistas, habrá soprano, mezzosoprano, tenor y bajo», explicaba ayer Manuel Ramón Mas, el director del Patronat Municipal de Música.
Sin embargo, no será él quien dirija a esta enorme formación en esta ocasión sino que ese trabajo correrá a cargo de Josep Maria Moreno, que normalmente dirige al coro invitado de Mallorca.
Una formación de aproximadamente 250 personas se desplazó en Semana Santa a Berlín. Entre ellos también había representantes de las dos formaciones ibicencas que repetirán en esta ocasión. En total, serán 160 vocalistas y 50 músicos, 30 de ellos de Eivissa, los que interpretarán la composición de Verdi en el escenario del auditorio de Vila, que tendrá que ampliarse de manera provisional para esta ocasión.
Preparación
Desde que la pieza se llevó a Berlín, el Réquiem se ha interpretado varias veces en Mallorca. Y a pesar del éxito cosechado en la capital alemana, no estaba claro que se escenificara en la Isla. «En aquel momento no estaba claro que la trajéramos aquí, la opción salió después», relataba el director del Patronat que añadía: «Ya que se había hecho ese trabajo, estaba bien aprovecharlo».
Para Manuel Ramón Mas el Réquiem «es una pieza especial porque no se puede hacer muchas veces, ya que requiere a un coro muy numeroso», asimismo agrega que es una de las obras más grandiosas de Verdi, que consigue presentar una gran obra «densa y emocionante a partes iguales», según Ramón Mas. Él mismo reconoce que, en ocasiones, «como son coros que tienen que reunir a tanta gente, a veces no son todos profesionales». Y es que esta pieza, estructurada en siete movimientos, constituye, con algo más de una hora y media de duración «una de las obras más grandiosas de Verdi», y que, para muchos, supone el culmen de la carrera de Verdi, que dedicó esta pieza a su compatriota Alessandro Manzoni tras la muerte de éste en 1873. La pieza fue estrenada en la iglesia de San Marcos de Milán, coincidiendo con el primer aniversario del fallecimiento del compositor.
Los ensayos se suceden estos días a buen ritmo y, a partir del lunes el director mallorquín se trasladará a Can Ventosa para comenzar los ensayos con toda la formación. «Los músicos que no han hecho nunca esta pieza viven estos días entre la ilusión, la enorme motivación y a la expectativa de observar las dificultades que presenta la obra», señalaba ayer Manuel Ramón Mas.