El guitarrista Javier Vargas, en la imagen, descansa unos días en la Isla, donde ha adquirido una casa y pronto recibirá a los músicos | Marco Torres

El próximo viernes, día 21, ha sido el día elegido para presentar, en Can Ventosa a las 21,30 horas, el nuevo proyecto que Javier Vargas grabó el pasado mes de marzo, durante 15 días, en los estudios Hit Track de Las Vegas. Para este nuevo álbum, que se desmarca de la trayectoria del músico con su formación Vargas Blues Band, el guitarrista ha contado con la colaboración del legendario batería Carmine Appice, el bajista Tim Bogert y el cantante Paul Shortino. El trabajo se puso a la venta el pasado mes de junio en 25 países y ya ha alcanzado el número uno en diferentes lugares del planeta, donde las primeras ediciones ya se han agotado y ahora se está distribuyendo la tercera.
El resultado de ese encierro creativo en la gran urbe del estado de Nevada fue un disco con diez temas que versionan los grandes clásicos del rock y el rhythm 'n' blues de toda la historia. Sin embargo, los conciertos de su gira internacional que próximamente los llevará a Alemania, Argentina, Rusia, India, Jakarta, Estados Unidos y Canadá, incluyen una veintena de temas y en ella participará el bajista Luis Mayo, que sustituye en directo a Tim Bogert.
«El primer concierto, la primera vez que nos reunimos desde que grabamos el disco, quería que fuera aquí, en Eivissa», explicaba hace unos días el músico, que añadía: «Me siento muy a gusto aquí. Todos mis proyectos que han surgido en Eivissa han nacido bendecidos porque este lugar es, para mí, como un talismán».

Compañía
«Carmine Appice es uno de los mejores baterías de la historia de rock», asegura Vargas que hace hincapié en que haber tenido la posibilidad de tocar con músicos que han influenciado a bandas de rock como Led Zeppelin o Black Sabbath da como resultado un sonido de 'super grupo'. El proyecto incluye versiones de canciones de Rod Stewart, de Vanilla Fudge, AC/DC o Deep Purple, entre otros.
«Pese a que el álbum es más rockero, también hay cabida para temas de rhythm 'n' blues», comentaba Vargas, que no abandonará su grupo Vargas Blues Band y añadía entre risas, ante la perspectiva de esta nueva gira: «Ya estoy preparado para empezar el rock 'n' roll».
«Tocar con ellos es todo un placer para mí, son todos figuras legendarias del rock y, aparte de haber grabado este disco, echarme a la carretera con ellos será una auténtica maravilla», subraya el músico que afronta este nuevo reto con la misma ilusión que tenía en sus inicios. «Creo que Can Ventosa será el espacio perfecto. Tocaremos en festivales pero tenía ganas de hacer una presentación pura y dura y creo que puede crearse un ambiente muy íntimo, propio de un concierto histórico», apuntaba el guitarrista.

Un alma viajera e incansable
El ritmo frenético es una constante en la vida de Javier Vargas (Madrid, 1958). Lleva dos años sin parar. Recién llegado de Rusia, Lituania y Alemania está a punto de embarcarse en una gira maratoniana que lo tendrá viajando durante todo el año que viene.
Su relación con Eivissa comenzó en el año 1978. «Acababa de tocar Bob Marley y Eric Clapton y me fascinó la Isla», rememora el músico que, desde entonces, jamás ha faltado a su cita anual con Eivissa. Tanto es así que recientemente decidió adquirir aquí una casa y cada vez pasa más tiempo Eivissa en detrimento de su residencia de Madrid, que supone su base de operaciones en España y es donde descansan el grueso de sus guitarras. «Para trabajar tengo que estar en Madrid pero para vivir bien prefiero Eivissa», asegura y agrega que: «La Vargas Blues Band es una idea que se hizo realidad aquí y su naturaleza es ibicenca».