Una imagen de archivo en la que un grupo de alumnos participa, junto a la actriz principal, en uno de los montajes de la compañía inglesa.

La compañía Pocket Oxford Theatre Company se creó en 2007, cuando comenzó a actuar por todo el país. Su propuesta, que consiste en incorporar «una obra dentro de otra obra», según Ted Walker, su director, ha logrado poner en marcha diferentes obras que combinan una alta calidad interpretativa que se adapta a la perfección al programa educativo de los alumnos de primaria y secundaria. Can Ventosa acogerá hoy dos representaciones, reservadas para estudiantes, de la popular comedia de William Shakespeare ‘A Midsummer Night's Dream' (El sueño de una noche de verano). La formación actuará mañana, a las 09,15 horas, en la Sala de Cultura - Cinema de Formentera. Walker se encarga de compaginar su faceta como director con el proceso de escritura del guión y la producción de cada espectáculo.

-¿Cuál es su trabajo a la hora de adaptar una obra al lenguaje visual de la juventud?
-Trato de desgranar una obra hasta lograr llegar a su tema principal o sus temas esenciales e intento trabajar sobre ellos y adaptarlos a los dos actores que participan en la gira, Imogen Rodgers y Toby Gascoigne. Después contamos la participación de seis chavales sobre el escenario. Eso nos limita las escenas que podemos interpretar, que deben ser las más representativas de cada espectáculo. Por otro lado están los números musicales, que intercalamos entre las escenas.

-El éxito de la compañía les ha obligado a dividir el trabajo en dos grupos, ¿cuál ha sido la respuesta del público?
-Ha sido maravillosa. Cada año tenemos más representaciones y aprendemos más, con lo cual, cada nueva temporada es un espectáculo mejor y con el que el público disfruta más. Cuando vamos por primera vez a un teatro a un instituto, quizás suben al escenario con recelo, no quieren hablar inglés o no quieren salir voluntarios. Sin embargo, al año siguiente su actitud cambia por completo y son mucho más felices con el espectáculo.

-En ese sentido, ¿el reto es mayor al trabajar con un público tan joven o no hay diferencia con los adultos?
-He trabajado con ambos públicos y es muy diferente. Es realmente muy gratificante trabajar con un público joven. Con adultos no utilizo la participación. Sin embargo, puedes ver como algunos chavales se transforman al subir al escenario. Además, está el elemento educativo. A través de estas obras logras acercarlos a una obra que, presentada de otra manera, podría ‘aterrorizarlos'. Sin embargo, cuando tienen que trabajar sobre ella de manera más profunda la recuerdan como una obra divertida.

-¿Es complicado explicar la trama de una obra como ‘El sueño de una noche de verano' a un público joven?
-Sí, lo es. Pero ese es el reto que afrontamos durante el proceso de escritura, en el que también participan los actores.

-¿El reparto ha sido estable a lo largo de los años o va cambiando con cada producción?
-Hemos trabajado con una decena de actores hasta la fecha. A pesar de que no todos participan cada año, todos siguen colaborando con la compañía. Nos considero como una gran familia unida y feliz (risas).

Didáctica bajo el disfraz del teatro
«Dada la respuesta que hemos obtenido, tanto del público como de los profesores, sabemos que las obras de teatro ayudan a los alumnos a incrementar su confianza a la hora de entender y usar un nuevo idioma mientras disfrutan de una pieza original y entretenida», asegura Ted Walker.
En esta ocasión, él y los actores del reparto han preparado una obra en la que las historias de amor, la magia, los sueños y el papel de la mujer se mezclan con los celos, dando como resultado una obra con divertidas situaciones.
«Todos nuestros montajes están adaptados tanto temática como estilística y lingüísticamente a la edad y al nivel de comprensión de inglés del público», apunta Walker, que añade que: «Cada nueva producción incluye material didáctico para que los asistentes se preparen antes de ver la obra y puedan trabajar en ella una vez ésta concluye».