Allan Christie, a la izquierda, se dirige al público en un momento de la ponencia que ofreció ayer por la tarde.

Es difícil resumir la historia de un género tan heterogéneo y longevo como el Jazz. Sin embargo, ese fue el cometido de Allan Christie, líder de Alan Trío, que ayer por la tarde ofreció una clase abierta en el auditorio del Conservatori Superior de Música i Dansa d'Eivissa i Formentera para hacer un repaso por diferentes etapas de este tipo de música basado en la improvisación. Más de medio centenar de personas, entre músicos, estudiantes y aficionados fueron testigos del buen hacer de la agrupación invitada, que interpretó diferentes piezas, pertenecientes a distintas etapas del jazz, desde el siglo XIX hasta la actualidad.

-¿Cuál es el objetivo de esta lección abierta?
-La idea es hacer un repaso general por este género, aproximar a los jóvenes a esta música, pero sin profundizar.

-El hecho de ser capaz de interpretar piezas de diferentes épocas demuestra su versatilidad y la de los músicos que le acompañan...
-No somos expertos en cada uno de los géneros pero sí podemos poner ejemplos y, de alguna manera, acercar al público que viene a escuchar la conferencia las diferentes etapas. Nosotros somos muy versátiles pero no se pueden ejecutar todos los ritmos, nuestro trabajo es para dar una idea general.

-El jazz parece haber ganado popularidad en los últimos años y llega cada vez a más gente, ¿está de acuerdo?
-Y cada vez va a más. La tendencia es mejorar porque la gente se va informando. Además, hay grandes músicos, como Wynton Marsalis, que se dedican a la didáctica y que se han convertido en una referencia como instrumentistas y como maestros.

-¿Cómo comenzó usted a combinar su faceta como cantante, compositor, arreglista y productor con la de docente?
-No hay mucha diferencia entre una cosa y otro. Como músico creo que puedo hablar de la música que hago. La parte de la enseñanza siempre me pareció muy cercana y natural al músico. Si tocas, puedes hablar de lo que haces y de cómo lo haces y siempre habrá gente interesada en escucharlo.

-Los diferentes estilos dentro del jazz son múltiples y muy distintos, ¿tiene alguna preferencia por alguno de ellos o por alguna época en particular?
-Como músico no tengo una preferencia porque cada día te despiertas con ganas de hacer algo, distinto al día anterior. Con la música pasa exactamente lo mismo. Un día te levantas con ganas de escuchar un blues de Mississippi o un Be-bop... Creo que la música está ligada a tu entorno y a cómo te sientes.

-En los últimos tiempos, en Eivissa, han proliferado las formaciones de jazz que ofrecen ‘jam sessions', ¿se puede enseñar a improvisar?
-Es un talento que se puede entrenar y creo que todos pueden improvisar de alguna manera. Claro que hay niveles distintos y, por hacer una analogía, depende del vocabulario, de la cantidad de palabras que conozca el músico. Al final, todos, sin excepción, improvisan.

-¿Existe algún pianista actual que le guste especialmente?
-Hay muchos, pero ahora mismo me viene a la mente Keith Jarret, él es uno de los pianistas que tengo como referencia.